Arquitectura

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La historia y el siFrific¿do de la ar¡¡utecb.a

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CAPÍTIJI-O I5

Arquitectura gótica

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¡¡n¿ido este iár¡ino

unnero hga. .on1'rD, sino como um Falidad ¿e tcmores. I¡ sob'¡natural esl$a etcnan.nie a la edarl nicdia, n¡pÉFa odo I ¡d.s lds as de l¡ vida lrunrra. El sa¡tr,ári. o: el nmb.rl

sesuridad del pedodo. Paú el año 1200, el aprensivo panorama de los siglos antedores empezaba a ser reemplazado por unos puntos dc vista más positivos. Esto no debe in teryretaEe como que la esperanza de vida

nsiInsan, I2 car¿¿nl

&ti.a, e.6.
1

lB dicho que la a¡quitectua góti@ tue i, en i l4l pur Suger, monte ft¿n.es Y del monasteio de Saint Denis, una po ion situad. al n^de de Pans, ¡úleioq de I I s.l l. En ralidad, 10 que hicieron y srs arquitcclos y construclores, no sino recopilar ta sene de ncjoras ya al por L¿ drquite.tuE t¿rdórromanjircluyendo enlÉ eIN 16 aLos aplútados ¡.s bóledas neradas. Dealgln nodo, rula intuición de que todos esos elemenpodí¡n tf,abaiar iuntos s inérgicamente, muluamente sus resp{tivos Poen La LreJ.ion de ',naf,rquirecruú rás I'viana y lransparentc. Po¡q¡e a lo qüe aspiraba era a susliluir los mu¡os de ¡edra porvid.ieras de color, para que iil f¿sen y translomasen la luz sola¡ en un¡ rqresenlación simbóljca de la iluminación

hubiese expe menlado un rcpeñl¡noalar samiento o quc se hubiese deiado definiti vamente atlás el peligro de la grer¡a, sino,
más bien, como un nuevo dinámismo acompañado de un cambio de las expectativas de la gente mtc la vida temporal. Lo paEdóiico es que csla nuela aceptación de la vida

lemporal se manifGtase, precismenle, en la lorma de una arquitecllra que tan enfáti camente aspiraba al cielo. También ¡esultasignificalivo que esa novedosa complacocia en la cxjstencia hufnam coriese pdalela a um devoción deciente por la Virgen Mdía,

ávina. I¡ arquitectD gólica repre*nró también la er"resión de um nuela actitud más posi
lnE ante la vida

.itn

con el énfasis puesto por el rcmánjco en

)

el presente, po¡ compara

como eiemplo de temineidad lerenal y, po¡ consiguiente, a una nueva considencitu haciala mujer en eeneral. El aeenre unificador de Europa sig!ió siendo la lslesia, revisorizada ahon por las reformas introdúcidas por los monjes de Cluny. El cenlro de la @nducta huma se' suía siendo la üdá ¡€lisiosa, mzón por la cúal ios edificios que mayorcs aeances aryuitec 1ónicos y tecnolócicos exltibiercn tueron los construidos por la Ielesia, sea en forma de @tedmles, monasterios, escuelas,hospitales o de 16 nuevas univeGidades, que empezaban a ap¡recer en este pedodo.

la vida del más allá, que se consideraba a todo aso prcferibie a la üda cn esle mun
do. La audacia man ifestada por los obispos,

l'¡rsueses (enlc¡dido el témido como los babitanres de los bu¡€os) y consltuclores, al ¿coneter las obras de unas iglesias de tal @mplejidad ] enlersadua quc precisaían delaúasgenehciones para lerm'narse, es o¡a prueba fehaciente de la confianzayla

cambios politicos y sociales. El resursir de la ciudad
El principal canbio poiílico expedmentado en Euopa durante este periodo es la consolidación del concepto de nación esiado, unificado por una oltura 1 trna lenerra co-

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bistoria y €l signiffcado de la arqúiretura
A cambio,los puefos italianos rccibíd :ie bar,pielcs y otros prcductos proccdcntcs ¿H no.le (Alcmmia y Rusia, principalmcnteL donde er¿n reemba¡cados hacia Orienlc h ñúchos lusares, las tierras de labor, d-se ladas despuós de siglos de agricultu,a, lÉ ron ¡fanslo¡madas masivamenle c¡ pastG para el ganado ldar, de manera que la iF dÍsLria del lcjido de la lana pasó a ocúp-

mú¡- En Frúcia y en I¡glatena sur€en Lrnas poderosas monarquÍas...