Astorga 2010 en español

Un siglo de crecimiento económico en América Latina
Pablo Astorga

Resumen
Este artículo hace una contribución al estudio del crecimiento económico de países en vías de desarrollo analizando las seis economías más grandes de América Latina por 105 años dentro de un marco de dos ecuaciones. Confirmando descubrimientos anteriores, el capital humano y físico ha probado ser el determinante clavedel crecimiento del PIB por habitante. No obstante, un resultado más controversial resulta como un correlación condicional negativa general entre la apertura del mercado y el crecimiento del PIB per cápita – a pesar de que la apertura tiene una positiva conexión vía inversión. La evidencia también muestra que la inestabilidad macroeconómica ha sido un lastre en el crecimiento a largo plazo en laregión.

1. Introducción
Las últimas dos décadas han presenciado la proliferación de estudios internacionales, los que, por un lado, se concentran en la conexión entre la apertura del mercado y el crecimiento económico y, en la otra, exploran el rol de la estabilidad macroeconómica en la acumulación del capital. Estos temas interrelacionados han sido una preocupación recurrente para losacadémicos y los políticos de América Latina, y son de particular importancia en el presente cuando los políticos debaten en la región nuevamente si centrarse ya sea en unirse a la nueva ola de globalización o si perseguir la renovación de la vieja estrategia del desarrollo centrado en ellos mismos. Las reformas pro-mercado de los ochentas y noventas fueron instrumentales en poner un fin a lainestabilidad macroeconómica endémica, avanzando en la diversificación de exportaciones y fortaleciendo la disciplina fiscal y monetaria. Sin embargo, la promesa de un nuevo período de un alto y sostenido crecimiento económico en economías más abiertas y competitivas tiene que materializarse aun. El debate por la apertura se mantiene vivo, especialmente después de que Rodríguez y Rodrik (2001) en uninfluyente y crítico estudio que, a pesar de las investigaciones previas señalando la correlación positiva entre la apertura de la política de mercado y el crecimiento económico basado en información que data desde la segunda mitad del último siglo, había poca evidencia conclusiva para apoyar esta postura. Por ejemplo, la extensa revisión de Harrison (1996) del trabajo empírico en esta área previo a 1992reporta una asociación general positiva entre medidas de apertura y crecimiento, pero también advierte que estos resultados son sensibles a cambios en la especificación (por ejemplo, la inclusión u omisión de variables de estabilidad macroeconómica) y la opción de agregar tiempo. Mientras tanto, en un estudio centrado en los países en vías de desarrollo durante el período 1970–1997, Yanikkaya(2003) muestra que no hay una relación simple y directa entre la apertura y el crecimiento económico y que depende del tipo de medición usada (por ejemplo, la intensidad del radio del comercio o barreras arancelarias). Y más cercano a casa, De Gregorio (1992) en un trabajo analizando 12 países de América Latina durante el período 1950–1985 encontró que varios indicadores de apertura (incluyendo elporcentaje del comercio en el PIB) no están significativamente relacionados al crecimiento del PIB per cápita – a pesar de que la estabilidad macroeconómica y el capital humano jugaron un rol crucial.
Ampliando el campo de métodos de análisis para considerar los mecanismos de transmisión vía capital de acumulación, Baldwin y Seghezza (1996) desarrollaron un modelo y ecuaciones de estimaciónasociadas mostrando que la apertura puede afectar el retorno de la inversión mediante su influencia en la velocidad de la renta del capital y el costo del nuevo capital. En un estudio de todo el país durante el período 1960–1989 encontraron que las barreras arancelarias disminuyen la inversión y, a pesar de esta conexión, el crecimiento, pero no encontraron evidencia para el crecimiento del comercio...