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El Autoconocimiento – Historia de Vida
Mi infancia fue bastante movida, si se podría decir así. No tuvimos una casa donde quedarnos, así que las constantes mudanzas eran inevitables. Pero eso fuemás, creo yo, de un aspecto de “plan familiar” que mis padres no tuvieron; no los culpo. Más allá de eso, viajábamos regularmente. Mi padre nos llevaba normalmente a la selva. Recorríamos ciudadespequeñas o caminos realmente largos. En todo caso siempre nos gustó estar en lugares inhóspitos, donde la luz de la ciudad apenas se hiciera notar, y esto se repitió muchas veces; parecía como si sóloexistiésemos nosotros en ese momento.
Cuando tenía la oportunidad, mi hermano y yo jugábamos con figuras recortables o con juguetes. Lo peculiar de esto es que nos gustaba crear historias con cadafigura, adoptarle una personalidad diferente a cada juguete, y representar nosotros unos 4 a 5 personajes cada uno, era fascinante. La siguiente vez que jugábamos nos acordábamos de todo lo que hicimos enla anterior oportunidad y continuábamos nuestra historia, ése era mi mundo, nuestro mundo…
Ya para cuando cada uno (mi hermano y yo), empezábamos a descubrir nuestras aptitudes independientemente,teníamos ciertas riñas. Realmente nunca pensé mal de él, y nunca lo haré. Creo que son esas peleas de hermanos que todos tienes, eso es todo. Empezamos a calcar figuritas, en éste caso las que estabande moda, de pokemon, y no sólo eso, nos hacíamos como pequeños retos: Teníamos una hoja en blanco y hacíamos un rayón aleatoriamente; el reto era que el que hacía el rayón, podía hacerlo cuan complejoparezca y cuanto tiempo crea necesario, entonces el siguiente tenía que dibujar, ya sea con los cruces que se formaron o agregándole pequeñas líneas, algo visible, es decir lo que sea que a ambos nospareciese correcto o simplemente aprobáramos, entonces luego de eso sería el turno del siguiente. Para ése entonces ya me había dado cuenta, que el que se quedaba calcando personajes toda la...