Bachelard
Su “filosofía de la ensoñación” ha influido fuertemente en la cultura contemporánea, especialmente en Francia e Italia. Bachelard quiere comprenderel sentido de las imágenes no vividas, aquellas que el hombre, el poeta (continuo buscador/superador de su propio origen y del mundo) crea, re-crea y transforma. La imaginación cósmica de Bachelard no es el resultado de una combinación o producto de imágenes menospreciadas durante muchos siglos cono residuo muerto de la percepción o de la memoria, sino la re-definición de un nuevo sentido sobrela base de los arquetipos de Jung.
ENSOÑACIÓN
El estudio filosófico de la ensoñación requiere matices de ontología que permitan entender el significado de los imaginario como bienestar, como totalidad de valor, donde el cogito, de manera distinta a la Razón, está inmediatamente unido a su objeto, en una fenomemología circular de múltiples tramas y significados. “La ensoñación es apertura gozosade la existencia humana al ser, a la prehistoria, a la noche de los tiempos, una noche que está en nosotros”[1][i]. Ensoñación fecunda que debe resguardarse de cualquier seducción de las formas para penetrar bien la materia y materializar lo imaginario. Una ensoñación que se escribe, que se coordina al escribirse, que sobrepasa sistemáticamente su sueño inicial, pero que permanece fiel arealidades oníricas elementales. Para tener esta constancia del sueño que produce poemas, es necesario tener delante de los ojos algo más que imágenes reales. Es necesario perseguir esas imágenes que nacen en nosotros mismos, que viven en nuestros sueños, esas imágenes cargadas de una materia onírica rica y densa que es un elemento inagotable para la imaginación racional material La ensoñación nos enseñaque la esencia del ser radica en el bienestar, un bienestar abrigado en el ser arcaico. El ser arcaico me enseña a ser yo mismo.
Para comunicar la ensoñación es necesaria escribirla, transformándola en una hipótesis de vida que nos pone en contacto con el universo, agrandando nuestra posibilidad de comunicara, de comprender y fantasear. Entre el soñador y su mundo existe una relación tanintensa que la experiencia vivida en la ensoñación se convierte en la estructura fundante del ser del hombre solitario en el sentido de que el soñador y su mundo se disponen sobre un plano mismo ontológico, que unifica el ser del hombre con el ser del muno . “Sueño el mundo, luego el mundo existe como yo lo sueño”.
Los objetos privilegiados por la ensoñación se convierten en complemento directo delcogito del soñador: se aferran al soñador, lo tienen. Son entonces, en la intimidad del soñador, órganos de ensoñación. No estamos disponibles para soñar cualquier cosa; de este modo, nuestras ensoñaciones, si son profundas, se forman mediante el acuerdo de nuestros órganos oníricos, y el horizonte sobre el que se distribuyen los objetos poéticamente significantes. El soñador es, por tanto, el sujetoque sueña instaurando profundos lazos existenciales con su universo imaginario; y la poesía, que constituye la surrealidad, es la ontología que funda el sistema de imágenes, inscrito en una región intermedia sin dialéctica ni historia, sin extensión monádicamente autosuficiente
Desarrollar la audacia de la ensoñaciòn constructora, en arraigarse en la conciencia del soñador, coordinando...
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