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La muerte en el capítulo IX de La Odisea


La muerte se percibe en una constante cercanía a través del capítulo. Su presencia parece un
recordatorio y una inevitable consecuencia de la sangrientaguerra de Troya. Odiseo,
rememorando dicha batalla en un diálogo con Polifemo, confirma las numerosas muertes
contempladas: “Nos preciamos de pertenecer al ejército del Atrida Agamenón, cuya famaes la más grande bajo el cielo: ¡tan gran ciudad ha devastado y tantos hombres ha hecho
sucumbir!” (Homero, 2005, p. 174). De manera indirecta, la sombra de la muerte persigue
al héroe y a sushombres desde que abandonaron las murallas de Ilión.
La muerte también aparece de manera más concreta durante el canto IX. Cuando Odiseo
llega a la tierra de los Cicones, se involucra en una batalla conel fin de conseguir
provisiones: “El viento que me traía de Ilión me empujó hacia los Cicones. Allí asolé la
ciudad, a sus habitantes los pasé a cuchillo, tomamos de la ciudad a las esposas yabundante botín y los repartimos de manera que nadie se me fuera sin su parte
correspondiente” (2005, p. 168). Es importante notar que este comportamiento bélico de
Odiseo contradice el espíritu audaz ybenevolente descrito en el resto del capítulo.
Los compañeros de Odiseo son las principales víctimas de la muerte en el transcurso del
canto. Seis guerreros perecen en la pelea con los Cicones: “losCicones nos hicieron
retroceder venciendo a los aqueos y sucumbieron seis compañeros de buenas grebas de
cada nave” (2005, p. 169). Cuando están en la cueva de Polifemo, otros dos son ejecutadospor el gigante: “Agarró a dos a la vez y los golpeó contra el suelo como a cachorrillos, y
sus sesos se esparcieron por el suelo empapando la tierra” (2005, p. 175). Cuatro más
mueren a manos delgigante. Dos son engullidos como desayuno y dos como cena: “Luego
que hubo realizado sus trabajos, agarró a dos compañeros a la vez y se los preparó como
desayuno” (2005, p. 176), “Luego que hubo...