bachiller

El Musico
Aquel era un anciano que de verdad apreciaba la música. Había dedicado cada día de su vida, desde su juventud, a tocar la guitarra con un talento envidiable. Incluso tuvo la creatividadpara escribir sus propias letras, baladas que relataban los hechos que iban marcando su vida. Tuvo un amplio público; fueron miles los rostros de emoción que pudo ver al terminar de tocar una canción,personas a las que tocaba las fibras más sensibles de su corazón con aquella melodiosa voz, que iba mejorando con los años. Creció, y pudo ver a varios de sus seguidores crecer junto a él; los viocambiar, madurar, y admirar la música con la misma pasión que él tenía. Más no tuvo la fortuna de nacer en una familia acomodada. Fue humilde desde su nacimiento. Su público eran transeúntes y suescenario, un parque.
Y aunque no contó con la fama de la que disponen artistas con un talento inferior al suyo, él era feliz. Había deleitado los oídos de miles de personas a lo largo de su vida, habíacausado sonrisas y lágrimas, y los aplausos lo ensordecieron en más de una ocasión. Pero quedaba un último espectador que jamás aplaudía, sonreía o gritaba. Un joven de traje que venía todas las tardes,siempre a las cuatro de la tarde, un poco antes del descanso que tomaba de sus pequeños conciertos.
Había causado cierta curiosidad en el viejo músico, quien comenzó a tocar con más pasión,esperando arrancarle una sonrisa. Pero no lo lograba. Incluso parecía verse más triste cada vez que lo visitaba. Hasta que tomó la decisión de hablar con él, decidido a descubrir porque ese hombre no eracapaz de alegrarse como lo hacían los demás.
“Se ha convertido en un espectador recurrente,” le preguntó cuando lo tuvo cerca.
Aquella tarde, después del último concierto antes de su descanso, eljoven de traje fue el único en quedarse. El viejo por fin tuvo tiempo para contemplarlo con detenimiento. Su cabello era rubio y sus ojos negros, no recordaba rasgos faciales tan finos como los suyos,...