Bauman, vida de consumo

El sociólogo Zygmunt Bauman ya apuntaba en su “modernidad líquida” lo que el denomina el tiempo puntillista. La percepción actual del tiempo que no es continua, sino que se conforma de una línea de puntos sucesivos con intensidad suficiente para tener entidad cada uno en sí mismo. Cada punto es un “ahora” y cada “ahora” una experiencia acumulada y de la colección de experiencias se deriva unsentir la vida y una manera de entenderla, vivirla intensa y rápidamente porque, hoy, si en la vida no se hacen cosas ya no se vive. De ello deriva el concepto del hipertasking, la actitud de estar perpetua y sucesivamente ocupado.

Junto con el tiempo puntillista de Bauman, y facilitándolo, aparecen otros conceptos, como la cultura de lo fragmentado que tanto se ha desarrollado en los últimos años,el snackculture, escisiones de un todo que se nos ofrece en forma de píldoras de información o consumo ya editadas para que su metabolización sea rápida y el producto fácilmente digerible. Vivimos en el mundo de la monodosis, eso sí con “prolongación de sabor”, el “ahora” siempre ha de estar bien definido y delimitado, pero ha de ser intenso y a ser posible prolongado, como rezan todos losanuncios de chicles.

En este ensayo de reciente aparición, Bauman continúa con su análisis de la modernidad líquida –concepto que ha desarrollado para caracterizar nuestra época de constantes cambios y transitoriedad-, esta vez, partiendo del consumismo y de las principales características que hacen a la sociedad contemporánea.
Bauman analiza cómo la sociedad de productores ha pasado a transformarseen una sociedad de consumidores, donde cada individuo es al mismo tiempo consumidor y objeto de consumo. Las leyes del mercado han desplazado todos los lazos de solidaridad, y el bienestar social ha ido perdiendo terreno progresivamente. Las redes sociales y las comunidades se han ido transformando en conjuntos de individuos inconexos sin lazos ni metas en común.
El análisis de Bauman se detieneen la transformación que ha sufrido el consumo, por el cual ha pasado a ser consumismo, una carrera vertiginosa hacia la novedad por la novedad misma, donde el placer ya no habita en lo que se tiene sino en lo que se adquiere, y donde las mercancías caducan de un día para el otro y no hay limites a los deseos humanos, condenados por ello a estar por siempre insatisfechos.
Uno de los campos dondeel consumismo más se ha impuesto es en las relaciones laborales, donde el trabajador debe venderse a sí mismo como mercancía, donde los lazos duraderos están vistos como “lastre”, y donde alguien que se resigna a permanecer demasiado tiempo en un mismo puesto, necesariamente termina perdiendo.
Bauman se pregunta finalmente por los excluidos del sistema, los “consumidores fallados”, que sinposibilidad de insertarse, sufren el transformarse en “infraclases”, que el sistema acepta resignado como “daños colaterales”. Tal vez allí esté la crítica más dura que se le pueda hacer a la cultura de la vida contemporánea, que Bauman observa, como siempre, bajo la lupa.
Opinión personal: Un análisis claro y profundo de los problemas de la sociedad contemporánea. A la vez, es difícil no sentirsedesolado al leerlo, ya que Bauman no termina de plantear una salida posible.
desolador…si! porque describe de manera cruda la situacion actual de nuestro mundo consumista, porque sin tapujos nos muestra lo que pueden pensar los excluidos y lo que piensan los llamados normales, porque ambas perspectivas son desalentadoras porque ambas son el reflejo de la discriminacion a la que nos sometemos afavor, en contra o gracias al capitalismo, pero mas desalentador aun porque nos muestra un mundo plagado de materialismo, de consumo del que no se puede huir sin ser considerados como parte de la infraclase. A pesar de que en el libro se haga referencia a la infraclase como un status por eleccion propia, en un mundo estandarizado y regulado por las leyes del mercado es muy facil ser estigmatizado y...