Braudel

Fernand Braudel

Las grandes catástrofes no son necesarias para crear una revolución real pero sí constituyen una incitación a pensar o más bien a replantearse el universo. Ejemplo de La Revolución francesa nace la meditación de Saint Simon, y luego las de Augusto Comte , Karl Max, etc. Nuestra época es rica en catástrofes, en revoluciones, en imprevistos, en sorpresas. La realidad de losocial, la realidad fundamental del hombre nos parece nueva; y se quiera o no el viejo oficio de historiador no deja de reflorecer. Todos los conceptos intelectuales se han encorvado o roto. La ciencia sobre la que nos apoyábamos aún sin ser conscientes de ello, la ciencia, refugio y nueva razón de vivir del siglo XIX se ha transformado de un día para otro para renacer en una vida diferente,prestigiosa pero inestable, siempre en movimiento pero inaccesible, nunca más tendremos tiempo de restablecer con ella un diálogo conveniente, las ciencias sociales, incluyendo la historia han evolucionado de manera análoga, menos espectacular pero no menos decisiva, si estamos en un nuevo mundo ¿por qué no una nueva historia?

El historiador deberá olvidar su propia persona porque el ideal es suprimir alobservador como si a la realidad hubiera que sorprenderla, como si la historia tuviera que ser captada fuera de nuestras reconstrucciones, en su estado naciente, el observador es fuente de errores ya que el hábito de la crítica no es natural del hombre, debe ser inculcado y se lo debe ejercitar, el trabajo histórico es un trabajo crítico por excelencia .

El espíritu histórico es básicamentecrítico. Difícil tarea la de explicar el cambio en la historia y el porque de este cambio. En el pasado se consideraba que la ciencia debía ser profética sino no era ciencia, hoy nos inclinamos a pensar que ninguna ciencia incluida la historia es profética por lo tanto según las antiguas reglas del juego ninguna tendría derecho al título de ciencia. La historia se presenta, al igual que la vidamisma, como un espectáculo fugaz, móvil, formado por la trama de problemas mezclados y que puede revestir sucesivamente multitud de aspectos diversos y contradictorios, ésta vida compleja ¿cómo abordarla y fragmentarla a fin de aprehender algo?

Los historiadores empiezan a tomar conciencia hoy de una nueva historia, de una historia que pesa y cuyo tiempo no concuerda ya con nuestras antiguasmedidas. Esta historia no se les ofrece ya como un fácil descubrimiento. Por tanto hay todo un pasado a reconstruir. La historia se ha enriquecido en los últimos años gracias a las adquisiciones de las ciencias vecinas, de hecho puede decirse que se ha construido de nuevo. Fevre siempre consideró a la historia como una explicación del hombre y de lo social a partir de esa coordenada inapreciable, sutily compleja, EL TIEMPO.

La larga duración

Hay una crisis de las ciencias del hombre, todas se encuentran abrumadas por sus propios progresos y a la acumulación de nuevos conocimientos y la necesidad de un trabajo colectivo cuya organización inteligente todavía se debe establecer. Directa o indirectamente todas se ven afectadas por los progresos de la demás. El problema está en saber cómosolucionaran las ciencias del hombre este problema. Pero si en todo caso se preocupan hoy más que ayer por definir sus objetivos, métodos y superioridades. Los historiadores pueden ofrecerle a las otras ciencias una noción cada vez más precisa de la multiplicidad del tiempo y del valor excepcional del tiempo largo (aceptado o no) que se va abriendo paso a partir de las experiencias y de lastentativas recientes de la historia. Es ésta última noción más que la propia historia la que tendría que interesar a las ciencias sociales, nuestras vecinas.

Historia y duraciones.

El trabajo histórico descompone al tiempo pasado y escoge entre sus realidades cronológicas según preferencias más o menos conscientes. La historia tradicional atenta al tiempo breve, al individuo y al acontecimiento,...