CACA
De tal modo se maravillóRosa que estuvo a punto de caerse del estante y cuando concluyó el pequeño concierto aplaudió con entusiasmo.
-¡Es sorprendente! ¿Quién te ha enseñado?
-Los pájaros -contestó la chica, sonriendo, yvolvió a su tarea.
-¡Es admirable! Yo sé cantar, pero nada que pueda compararse. ¿Cómo te llamas? -Febe Moore.
-He oído hablar de los pájaros febe; pero no creí que una Febe de veras lo pudiesehacer -rió Rosa, añadiendo, mientras observaba con interés las jabonaduras dispersas en los ladrillos:
-¿Puedo entrar a verte trabajar? Allí fuera estoy muy sola.
-Claro... Si es tu gusto-contestó Febe, retorciendo el trapo con un aire profesional que impresionó mucho a Rosa.
-Debe ser divertido chapotear en el agua y pescar el jabón en el fondo -dijo Rosa, completamente cautivada conla nueva actividad-. Me encantaría hacerlo, sólo que mi tía no me lo permitiría, creo.
-Te cansarías pronto; lo mejor es que te quedes tranquila mirando.
-Por lo visto, ayudas mucho a tu mamá.-No tengo familia.
-¿Y dónde vives, entonces?
-Confío que voy a vivir aquí. Debby quiere que alguien ayude en la casa, y estoy en prueba por una semana.
-¡Ojalá te quedes, porque esto es muytriste! -dijo Rosa, que ya le había tomado cariño a aquella chica que sabía cantar como los pájaros y trabajar como una mujer.
-Así lo espero, pues he cumplido los quince y estoy en edad deganarme la vida. Has venido para quedarte un poco, ¿verdad? -preguntó Febe, mirando a su huésped y preguntándose cómo podía ser triste la vida para una niña que llevaba vestido de seda, un delantal defruncidos primorosos, un dije precioso y el cabello recogido con una cinta de terciopelo.
-Sí, me quedaré hasta que venga mi tío. Ahora es mi tutor y no sé qué piensa hacer conmigo. ¿Tienes tutor?...
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