Calentamiento global

Los jóvenes: acción y compromiso frente al calentamiento global

“Solo después de que el último árbol sea cortado.
Solo después de que el último río sea envenenado.
Solo después de que el último pez sea apresado.
Solo entonces sabrás que el dinero no se puede comer.”Profecía india

Azares, flores, árboles y hojas multicolor, como aposento delicado, perfumando el ambiente sin igual.

Me despierto en un valle encantado, escucho el bello canto de las aves, cuyas melodías se entremezclan con el sonido del agua que baja por la vertiente de río. Todo a mi alrededor es tan distinto, estoy rodeada de una plataforma multicolor con hojas de aromáticas fragancias:lavanda, pino, ciprés; el aire que inhalo es tan fragante, tan característico y único en su esencia. Por otro lado, los animales, los árboles que me acompañan… mis confidentes, con ellos comparto el espacio, con ellos disfruto de este paraíso.

Pero la ilusión muere de a poco, se desvanece. Aquel despertar no es verdadero, sólo era una ilusión. Sé que la realidad en la que vivo es otra, que alabrir mis ojos sigo, aún adormitada, me encuentro atrapada de en una espeluznante pesadilla. Pues ahora, el mundo en el que vivo es distinto: transito por calles del Centro Histórico, llenas de smog en medio de un sofocante calor, el ruido de los autos me agobia, las pocas plantas y árboles que quedan a lo largo de la Av. Amazonas se pierden entre grandes edificaciones que buscan acariciar un cielocuyo color no alcanzo a divisar porque el humo nubla mi vista y el ardiente sol me ciega. Al sur, el río Machángara ha perdido la posibilidad de que los niños vean en él su reflejo, desperdicios fluyen a medida que su corriente avanza, y los roedores disfrutan de un banquete a sus orillas.

No se puede beber el agua de aquella vertiente, ahora contaminada. Mi piel se ha tornado reseca y quizáluzco muchos años mayor. Los científicos han intentado de todo, pero les es imposible fabricar agua.

Los alimentos que solía ingerir, antes provenientes todos de la madre tierra, se han visto reemplazados por comida sintética. Al parecer los transgénicos han ganado la batalla.

No existen ya los suficientes árboles para limpiar el aire que respiramos, que además ahora también se nos escobrado.

Me es imposible creer que esto esté sucediendo, que el agua y el aire puro sean, en la pesadilla que les relato, los tesoros más codiciados. Y me pregunto por qué aún no se han tomado medidas radicales para evitarlo. Los niños me ven y entre sollozos, me juzgan. No dan crédito a mis palabras cuando les digo que la vida no era así; que teníamos agua limpia y la desperdiciábamos; que noreciclábamos los desechos; que mientras estábamos preocupados por tener más dinero y discutir quién tiene el control del agua, le hicimos un daño irremediable al ambiente y estamos pagando sus consecuencias.

¡Cómo quisiera regresar en el tiempo y hacer que toda la humanidad comprendiera cuán importante era cuidar la naturaleza!

Un fenómeno preocupa al mundo: el calentamiento global y su efectodirecto, el cambio climático, que ocupa buena parte de los esfuerzos de la comunidad científica internacional para estudiarlo y controlarlo, porque, afirman, pone en riesgo el futuro de la humanidad.
Nos han hablado tanto sobre el calentamiento global que suena ahora como un discurso trillado y poco relevante. Tal vez tengamos ya un masivo conocimiento de sus causas, de los compromisos de cada paíspara reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Somos conscientes de las gravísimas consecuencias que este problema trae, pues hemos sido testigos de las catástrofes naturales recientemente ocurridas. Sin embargo, la conciencia adquirida sobre el tema aún no es suficiente. Basta de palabrería, de discursos pintorescos que nos hablan de la adaptabilidad frente al cambio climático, pero...