CANTAR DEL MIO CID

Cantar I
“El destierro del Cid”

Capitulo I
(Reunió el cid a sus parientes y vasallos e informó)
Cid: El rey me envía al destierro, Los que conmigo viniesen serán recompensados por Dios; pero los que se quedasen también sentirán mi protección.
Alvar Fáñez: Por yermos y poblados te acompañaremos y mientras estemos sanos no te faltaremos y como vasallos leales te serviremos hasta el fin,(Agradecido el cid sus palabras y rodeado de los suyos, sale de Vivar hacia Burgos dejando todo abandonado)
(Al borde de las lágrimas, observa la mansión abandonada, suspirando exclamó)
Cid: ¡a esto me han llevado mis enemigos! ¡hágase señor tu voluntad! ¡si me han hechado de mi tierra, con mas honra volveremos a ella!
(Cuando llega a Burgos todo el pueblo acude a recibirlo)
Hombres y mujeresdel pueblo: ¡Ay que buen vasallo, si tuviese buen señor!
(El cid, al ver que en la posada donde antes se había hospedado, no le habrían la puerta, aguja su caballo y sacando el pie del caballo, da con el un fuerte golpe pero la puerta no cede, una niña se acerca y dice a Ruy)
Niña: Dios te guarde señor, pero el rey ha dado orden de no darte alojamiento o la pena seria perder haciendas y aun mas,¡Hasta los ojos! En nuestro mal vos no ganais nada ¡Que el señor te valga y tenga en su santa gloria!
(el cid, viendo que no puede esperar la gracia del rey y atraviesa Burgos llegando a la iglesia de Santa Maria, a la orilla de Burgos, el cid manda a plantar sus tiendas, ya que nadie quiere darle albergue. Alli acampara rodeado de los suyos como si estuviera en campaña por montes y por vados. Lehan vedado la compra de cuanto pueda servirle de sustento; nadie osa venderle ni aun la racion mas menguada)
Capitulo II
(Martín Antolínes acude donde el y los suyos, abasteciéndolos de pan y vino. El cid y sus caballeros comen hasta quedar satisfechos)
Martín Antolínes: ¡Salud campeador, que en buena hora naciste! Descansemos esta noche y pongámonos de amanecida en camino, que acusado seresin duda por haberos servido y la ira del rey Alfonso caera sobre mi, pero si logro escapar con vos y quedo en vida el mismo rey me ha de querer por amigo.
Cid: (Medita un instante y luego se pone de pie) ¡Oh buen Martín! Si viva tened por seguro que os doblare la soldada. Lo malo es que ya gaste todo mi oro y mi plata. Oíd lo que he discurrido y ved si lo encontrais acertado. Fabricaremos dosarcas ricas de guadamecí forradas y las llenaremos de arena luego a los dos judíos de Burgos visitareis y les diréis que habiéndome de sus reinos desterrado y pesando tanto mis bienes que no podría transportarlos, se me ocurrio en precio modico dejárselos empeñados ¡Juzgueme el creador, que otra cosa hacer no puedo y a poco gusto lo hago!
(Martín Antolínes marcha a Burgos, entra en la judería,inquiere por Vidas y Raquel, y los encuentra contando los dineros ganados, los saluda)
Martín Antolínes: ¿Cómo estais, Raquel y Vidas, mis amigos estimados? Un instante con vosotros querria hablar en privado.
(los judíos con el a un ricon se apartaron)
Martín Antolínes: Raquel y Vidas, vengan acá esas manos que tengo que haceros ricos, pero antes juradme que nada diréis a moriscos ni cristianos.Mio Cid grandes riquezas reunio cobrando parias, pero aunque pago al rey Alfonso siempre a el quedo algo y por ello ahora se ve perseguido. Dos grandes arcas tiene repletas de oro, mas tanto pesan, el querria dejarlas en vuestras manos y que con ellas en prénda le dieseis, vosotros ocultaran las arcas y no las abrirais en lo que falta del año.
(Raquel y Vidas cuchichean entre si)
Raquel: la cosano es imposible. Pero es natural que ambos hemos de salir ganando.
Vidas: a Mio Cid no le costo gran trabajo sacar esas riquezas a los moros. Nosotros estamos conformes en quedarnos con las arcas y las guardaremos donde nadie pueda hallarlas.
Raquel: pero ¿Cuál será nuestro negocio? ¿Qué nos pide el Cid a cambio?
Martín Antolínez: Mio Cid querra solo que fuera justo el trato y poco os ha de...