Capítulo VI de “Más allá del principio del placer” y el fort-da

En el capítulo VI de “Más allá del principio del placer” Freud discierne sobre la existencia de un cierto patrón que emerge en el orden de lo vivo, cabe aquí lo que concierne al mundo humanopsíquico. Freud reconoce entonces, en los organismos pluricelulares, una división; hay una parte mortal en ellos, que correspondería al cuerpo, al soma, y por otro lado está la mitad inmortal, la que impulsala vida y opera en torno a la conservación de la especie y que corresponde a lo que llama el plasma germinal. Ésto lo extrapola a la dimensión de las pulsiones, ese punto que es el límite entrejustamente lo somático y lo psíquico. La mitad inmortal encarnada en células germinales no es ahora sino la fuerza que las moviliza, y la otra parte estaría dada por los procesos que esfuerzan hacia lamuerte. A estos últimos Freud los denominó pulsiones de muerte, contraponiéndolas con las primeras a las que llamó pulsiones de vida, haciéndolas coincidir con el Eros unificador de todo lo viviente.
Unadualidad de esta clase es la que estaría en juego en las relaciones de objeto, mediadas tanto por el amor en forma de ternura como por el odio, la agresión. Ese sadismo inherente a nuestra especie yque apunta a dañar el objeto no podría derivar de una pulsión que persigue la conservación de la especie sino más bien, luego de apartada del yo bajo la influencia de la líbido narcisista y ahora porcierto investida en objetos, cabría dentro de la llamada pulsión de muerte, ésta que tiende a la destrucción. Aquí introduce Freud la idea de un masoquismo que tiene que ver con devolver esta pulsiónal propio yo, dando cuenta de cierta regresión, un retroceso hacia un estado anterior. El carácter regresivo de las pulsiones es ligado a la noción de repetición, introduciendo el concepto decompulsión a la repetición, que el autor observa tanto en sus pacientes como en algo tan natural como es el juego de los niños.
Un ejemplo de esto es el juego del fort-da. En él Freud observa cómo el...