Cap 18

Disclaimer: Twiligth no me pertenece, las locas ideas sí.
Capítulo 18
La reconexión
Son las cinco de la mañana y no he podido dormir en toda la noche, se supone que debería dejarlo solo y estoy muy segura que ninguna mujer me lo reprocharía, ni siquiera su hermana, pero como lo admití anteriormente. Soy débil.
Edward ha estado balbuceando cosas sin sentido y ha vomitado dos veces durante lanoche. No sobre mí por supuesto. Tiene un extraño reflejo que lo hace levantarse al baño. Durante las veces que ha estado despierto no ha dicho nada aparte de:
“No me dejes”
Es casi ridículo como un hombre adulto puede convertirse en un niño sólo con la dosis justa de alcohol. He tratado de comprenderlo, de entender su actitud, pero no puedo. Se supone que con todo lo que me ha hecho yo deberíaser la borracha a la que todos deben cuidar, pero Edward ya me ganó el lugar.
Cuando son las siete de la mañana debo irme, pero Edward no me suelta. Ni siquiera está despierto, pero no suelta mis dedos. Quiero tener unos momentos lejos de su tóxica presencia, para pensar lo que debo hacer, pero es imposible con su agarre sobre mi mano. Así que me permito regalarle un día más de mi vida.
Llamo aAlice y le digo que me quedaré con su hermano. Ella apenas si dice un “está bien”. Alice ha estado muy extraña desde ayer en la mañana, pero mi mente no puede pensar en ella ahora mismo, no cuando Edward me está abrazando tan fuerte al punto de ahogarme un poco.
– Tranquilo – le digo tratando de soltar su mano de mi cintura.
– No me dejes
Otra vez lo dice.
Suspiro y recuesto mi cara contra supecho mojado por el sudor durante la noche y… me duermo.
Hay pequeñas plumas sobre mi cara, todas ellas cayendo suavemente. Una sobre otra. Hay una en especial que acaricia mi nariz, pero me hace cosquillas; así que trato de quitarla con mi mano.
– No – dice una voz masculina muy ronca.
Abro mis ojos rápidamente y lo encuentro mirándome.
Edward es un completo desastre.
Sus ojos estáninyectados en sangre, su ropa está arrugada y su piel es gris. Se ve como un pobre moribundo en sus últimos días de luz. Uno pensaría que siendo todo lo guapo que es incluso en estos momentos se vería espectacular. Error, él se ve horroroso.
Trato de levantarme de la cama para alejarme de esta versión zombie de sí mismo, pero él no me lo permite.
– No, quédate aquí, voy a traerte el desayuno – su voz esuna pobre imitación de su glorioso tono de tenor habitual.
Cuando Edward cae al piso sé que aún está borracho.
Me levanto y trato de ponerlo en pie, por suerte él me colabora y entre los dos lo llevamos hasta su cama. Cuando lo dejo sobre las cobijas, él me atrapa por la cintura.
– No, Edward. Déjame ir a prepararte un baño – él necesita uno urgentemente.
No dice nada, pero sus brazos seaferran a mi cuerpo y me funde en su pecho. Estoy respirando dificultosamente hasta que por fin me suelta. Pasa una de sus manos por mi mejilla y me sonríe. Jala el cuello de mi abrigo y deja un muy húmedo beso sobre mis labios antes de cerrar los ojos y volver a dormirse.
Edward no pasará de esta borrachera hasta el día siguiente.
Cuando Alice llega en la tarde entre las dos logramos llevarlo hastael baño y lo metemos en la bañera. Alice ni siquiera hizo un movimiento cuando desnudé a Edward. Su actitud es únicamente de fría concentración.
– Nunca se ha emborrachado de esta manera. Ni siquiera cuando el abuelo murió. No lo entiendo.
– Yo tampoco – le digo levantando la cabeza de Edward que cayó dentro del agua mientras lavaba su cabello. Él sigue dormido.
– Tú… – Alice para de hablar yme mira fijamente a los ojos.
Con su mirada clavada en la mía está empezando a asustarme.
– ¿Sí?
– ¿Quieres esto Bella? – pregunta.
Hace algunos días estaría muy segura de mi respuesta, pero después de reflexionar un poco mientras pasaba toda una noche en vela cuidándolo no estoy segura de lo que quiero de él. O incluso de lo que quiero de mi misma.
Durante horas he pensado en nuestra...