Capital Humano Ensayo

¿CAPITAL HUMANO O CALIDAD HUMANA?


INTRODUCCIÓN

En su obra La Riqueza de las Naciones (1976), Adam Smith ha tratado sobre la relación entre educación y economía, considerando que la inversión en educación tiene un valor de capital en el mercado laboral. Una sociedad que ve forjarse en su seno a hombres educados y capacitados para poner en práctica su educación, se encamina hacia un porvenirdonde la calidad de vida, la justicia y la cultura de paz priman por encima de la pobreza, la inequidad, la corrupción y la violencia.

El siglo XXI exige nuevos profesionales, profesionales que respondan a las demandas del sistema que impera a nivel mundial. Todo hombre de civilización debe de estar preparado para la competitividad y el desempeño en un contexto capitalista y globalizado. Laeducación, pues, se ve obligada a asumir nuevos retos, y los ha asumido, pero… ¿ha cumplido con sus objetivos anteriores? ¿Ha resuelto los problemas que se presentaron antes del auge de la globalización y del capitalismo?

DESARROLLO

El filósofo ateniense, Platón, nos ha dejado este pensamiento: «El objetivo de la educación es la virtud y el deseo de convertirse en un buen ciudadano». No hace menciónalguna a la riqueza, la producción económica o a los bienes materiales. Más importante que la productividad económica era la virtud entre los griegos; más urgente que el comercio, era la paz entre las civilizaciones. Tal parece que esta urgencia sólo la entendían los filósofos-pedagogos de aquél entonces y no nos referimos precisamente a los sofistas. Desde tiempos inmemoriales, los hombres que hanpensado y se han preocupado por el ser humano, su situación en este mundo, su ontología, su teleología, han sido los menos, han sido la inmensa minoría. No sólo pocos en número, sino también poco atendidos y valorados. Ahí está Sócrates condenado a los mortales efectos de la cicuta por haber osado corromper a la juventud ateniense, cuando en realidad su propósito era educarla por medio de sumayéutica para así despertar a esa Atenas dormida. Hombres así han enseñado entre nosotros, pero poco se les ha atendido. La humanidad entera renegó en algún momento de ellos, porque eran los únicos que se atrevían a decir lo que era necesario escuchar: hay problemas urgentes que hace mucho conocemos y los vamos relegando o posponiendo para recrearnos en nuevos retos. Hoy en día la situación económicay social demanda productividad, calidad de importación y de exportación, riqueza económica como sinónimo de calidad de vida, y pareciera que ésta no es más que plusvalía de aquélla. Así demandamos que el capital humano debe ser productivo, que pague con creces las inversiones hechas durante el tiempo de la educación y que contribuya a mejorar los medios de producción, los medios propios delcapitalismo y, por ende, que lo fortalezca. ¿Esta demanda ha comenzado acaso con la solución a otros problemas más urgentes?

En Europa la guerra del Peloponeso ha desangrado a Atenas y Esparta hasta que no hubo más beligerantes de pie; en el siglo XX, dos bombas atómicas desolaron Hiroshima y Nagasaki. En el siglo XVI, los invasores europeos se esmeraron en desaparecer la cultura de civilizaciones alas que consideraron inferiores a la suya, cuando simplemente eran diferentes; hoy en día encontramos en los periódicos locales e internacionales la masacre que sufre Palestina; miles de niños, mujeres, ancianos mueren y el mundo no interviene en favor de ellos. Entonces, ¿hemos progresado? Ante hechos como estos, ¿todavía entendemos al capital humano como aquél que está capacitado para satisfacerlas exigencias del capitalismo? ¿De qué capital humano hablamos? En nuestros días todo se ha teñido de un trasfondo económico, incluso la paz, la salud, la felicidad. Marx y Engels escribieron en El Manifiesto Comunista: «La burguesía ha despojado de su aureola a todas las profesiones que hasta entonces se tenían por venerables y dignas de piadoso respeto. Al médico, al jurista, al sacerdote, al...