Capitulo i

Capítulo I.
Nada parece lo que es.

Parecía una mañana tranquila en la vida de Luis Pascual, llevaba ya cinco años viviendo en la ciudad de México. Se había mudado, por la muerte trágica que les ocasionaron unos secuestradores a sus padres, con el único familiar que tenía en la vida, un tío que se había mostrado distante con su familia y nunca los visitaba, y que ahora su relación crecía díacon día, acercándose el uno al otro más y más, pero con el vacio que sentía por la perdida y la poca información que conocía por la muerte de sus padres. Mirando por la ventana de la casa de su tío, recordó lo que había pasado hace algunos años.

Nada sabía de la vida de su tío, hermano de su papá Luis Pascual, que lo bautizaron así en nombre del abuelo de Luis. Luis durante toda su infanciahabía sido un niño solitario, sin una mamá que estuviera presente ni le brindará ningún tipo de cariño, siempre fantaseando con que tenía una familia unida y feliz, en sus sueños todo era perfecto, se divertía con sus padres, salían de día de campo, veían películas, todo parecía normal. Pero eso sólo eran sus pensamientos nada de eso ocurrió así.

A los once años cuando la persona encargada derecogerlo de las puertas de su escuela, apareció después de la hora convenida, las extrañas nubes grises, el día extremadamente sepulcral, y a pesar de su corta edad el presentimiento de que ya algo le faltaba, apareció, con una nota y el abogado de la familia, lo llevaron a unas oficinas, el no tenía idea de lo que pasaba, nunca le preguntó a su nuevo chofer, le tenía ciertos rencores aunque fueranuevo, tuvieron que despedir al pasado porque con una cámara pudieron grabar que lo había golpeado, lo encerraron, jamás supieron de él de nuevo, tal vez sólo haya tenido un mal día, pero Luis sabía que se lo merecía, le había dejado un ojo morado, con sólo ocho años de edad, así que Alfredo, su nuevo chofer nunca le había simpatizado. Cuando llegaron a unas oficinas, su tío ya los estabaesperando, Luis lo saludó, lo había visto en muchas ocasiones, no siempre agradables, algunas veces en fiestas y una vez en el sepulcro de su abuela, que habían asistido centenares de personas, ninguna que a él le pareciera familiar ni mucho menos sincera. Pero ahora delante de él estaba su tío, que después de saludarlo lo miraba con extrañeza, y él tenía la extraña sensación de que no sabía por qué, perosu vida había cambiado. Se sentó a un lado de su tío, después de que una persona se encargará de liquidar a Alfredo, de pronto se encontraban solos, él, su tío Rafael, y a su parecer un gordo como de cincuenta años, vestido de traje, que parecía tener mucho prisa por terminar con lo que estaba haciendo. Todo se hizo muy rápido, se presentó como el notario Rubén, y le pidió que tomará asiento.-Esto será muy breve -les explicó Rubén, haciendo una pausa bastante forzada como para denotar una tristeza que no sentía- Joven Luis, tus papás han muerto, los secuestraron y los mataron.
Luis lo miró a los ojos y después miró a su tío, su tío le parecía muy calmado, realmente no se veía nada afectado, se sintió triste pero incrédulo, no lloró, sólo quería gritar, se sentía solo, siempre se habíasentido sólo y ahora terminaban hasta sus fantasías, desde ese momento supo que ahora, cuando soñará, hasta ahí estaría solo, todo le paso muy rápido, de pronto recordó como sus papás habían salido a una convención a la ciudad de México, a una convención le habían dicho al despedirse, salían con prisa, sólo vio su carro cuando se asomó por la ventana, se alejaba el carro negro de su papá,¿Cuántas veces no los había visto alejarse?, triste por no estar ahí con ellos, a veces más triste porque eran ellos los que no podían acompañarlo...
-"En caso de que nos suceda algo...-sus pensamientos se habían visto interrumpidos por la voz del notario-.
Todo se lo dejaban a él, pero... ¿qué era lo que le dejaban?, ¿todo había dicho?, sabía que su papá es, era rico se corrigió sin saber muy bien...