Carta A Paula

 Querida Paula:

En primer lugar, quisiera disculparme por todo el tiempo que ha pasado desde la última vez que hablamos. Porque sé que fue mi culpa que perdiéramos el contacto y lo siento, de verdad.

Todavía recuerdo el día en que nos conocimos. Yo había ido a la tienda para comprar huevos porque mi madre se había dado cuenta de que le faltaban en mitad del bizcocho. Iba corriendo porque mehabía dicho que me diese prisa, así que no reparé en ti y colisioné contra tu persona. Recuerdo la rabia que sentí mientras me levantaba, pensando que tenía que ir a mi casa otra vez y volver a por más huevos, pero cuando te miré todo eso se me olvidó. Sólo podía pensar en lo guapa que estabas con tu vestido azul y tu oscura melena manchados de huevo. Te quitaste el lazo que llevabas en la cabeza,que también se había manchado, mientras me gritabas. Te pregunté por tu nombre y soltaste un gruñido de rabia para después marcharte por donde yo había venido. Te observé mientras te ibas, mientras cruzabas la carretera pisando solo las franjas blancas y mientras desaparecías al doblar la esquina. Por tu culpa llegué a mi casa sin huevos y me quedé sin bizcocho.

Recuerdo que una vez mepreguntaron cuándo había comenzado a enamorarme de ti, por que enamorarse, por si no lo sabías, es un proceso, no ocurre de repente. Yo contesté que no tenía ni idea, pero ahora me doy cuenta de que fue en ese momento. El momento en el que sentí la flecha de cupido atravesar mi pecho, aunque, entonces no me dí cuenta.

Al día siguiente volví al mismo lugar para ver si estabas allí. Intentaba convencermede que sólo quería verte para disculparme por el incidente de los huevos. No quería pensar que había otra razón. Ese día no te encontré, ni tampoco al siguiente, ni al siguiente del siguiente.

Ya estaba empezando a pensar que no aparecerías. Bien, porque no ibas por allí tan a menudo cómo yo creía o bien, porque habías decidido no ir después de que te tirara una docena de huevos encima. Sinembargo, unos días después, estaba yo bajo la sombra de un árbol, leyendo un libro, cuando noté un golpe en la espalda. Al llevarme la mano al lugar en el que había sentido el impacto noté algo pringoso y al observarlo me fijé en que era un huevo. Me levanté y comencé a buscarte con la mirada. Llegaron más huevos seguidos por bombas de harina y leche. Entonces te vi, más guapa aún que cuando nosconocimos. Te acercaste hacia mí con un paquete de azúcar en la mano. Yo no me moví, sino que dejé que me lo vaciaras sobre mi cabeza, tal vez pensando que, viendo cómo estaba, ya no importaba que me condimentaras un poco más o tal vez, simplemente, no podía moverme. Recuerdo que pasaste un dedo por mi mejilla y dijiste: “le falta cocción” para luego marcharte corriendo pisando las franjas blancas ydesapareciendo al doblar la esquina.

Más tarde, en mi casa, después de darme una ducha, vi que el libro que estaba leyendo, y que había sobrevivido al ataque, tenía un papel azul entre las páginas blancas. Lo saqué y leí las palabras escritas en él. Decía: Ya estamos en paz. -Paula. No me fijé más que en la última parte del mensaje: Paula. Ya sabía tu nombre, pero no sabía nada más.

Aún tengo lanota, la primera de muchas. La guardé entre las páginas del libro, para que no se arrugara y el libro, en un lugar seguro, para que no se perdiera jamás.

Salí corriendo de mi casa y no paré de correr hasta que llegué al lugar exacto en el que me habías atacado unas horas antes.

-Te has tomado tu tiempo-me dijiste despreocupadamente.

Yo sonreí convirtiendo aquel momento en el comienzo de unabonita amistad que, más tarde tornó en algo diferente.

Recuerdo que la última noche de aquel verano me despertaste y me convenciste de salir contigo por la ventana de mi habitación para ir a la playa. Allí nos dimos nuestro primer beso bajo los coquetos guiños de las estrellas y la sonrisa de la luna.

Me hiciste pasar el mejor año de mi vida pero, como todo lo bueno se acaba, lo nuestro, por...