Caso karadima

CASO KARADIMA: UN CASO DE PELIGRO SOCIAL
Carlos Cerda Acevedo

Como se ha informado por los medios de comunicación, la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede ha dictado sentenciacondenatoria en contra del presbítero Fernando Karadima, poniendo fin a más de cinco años de cansina justicia para castigar los abusos sexuales cometidos por el mencionado sacerdote, hoy formalmentedeclarado delincuente canónico.
Más allá de elevar una Catilinaria por la “excesiva indulgencia” con que actuó la Curia católica chilena -no se nos vaya a ofender alguien–, o elevar un comentariosobre la gravedad que tales crímenes apenas hayan sido juzgados por un tribunal dedicado a conocer causas en el orden espiritual, mientras el brazo secular del Estado se mantiene entumecido y, tal vez,impotente ante la “oportuna” prescripción de la acción penal debido al, asimismo, “oportuno” silencio con que los obispos competentes manejaron el caso; es necesario atender al hecho de cómo es posibleque un hombre de –según dicen- escasa cultura, haya organizado una colectivo de seguidores que es capaz de seguirlo sin traza de duda, identificando su palabra cual vera efigie de las virtudescardinales, al punto que se prestaron para ignorar, o ejecutar actos rayanos en el encubrimiento, en cada oportunidad que alguna víctima intentaba denunciar las depravaciones ante la jerarquía eclesiástica.¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI, en un mundo dotado de mayor información y cultura, existan aún personas que cedan por completo su conciencia y libertad individuales –dones sagrados einviolables- quedando a total merced de la voluntad y de los caprichos desviados de otro? Y, por otra parte ¿es posible que exista tal control de alguien que fuerce a otro a hacer lo que no quiere?
A laprimera pregunta, no es incorrecto sostener que el grupo formado por Karadima responde a varios elementos del concepto sociológico de “secta”, como es la restricción de la libertad individual de los...