Chocolate Caliente (Novela Corta)

El Chocolate caliente

Historia de suspenso y sensualidad.

La linda mujer de los cuentos aparece nuevamente en mi ventana, por las noches se asoma tímidamente para ver qué encuentra en mi casa. Toca la puerta una y otra vez, y yo a propósito hago como que no la escucho, pero con el paso de los minutos, creo que eso no es agradable, por lo tanto le permito entrar; al fin eso es lo que yo quería,pero un poco de emoción no daño a nadie pensé.

Al acercarme a la puerta recuerdo que en la cocina he preparado chocolate, ha que buen chocolate, lo he traído de Guadalajara, “lástima que no fue la linda mujer” a ella también la mandaron pero se negó, ni hablar, le invitaré un poco.

Abro la puerta y no la encuentro, veo por todos lados y nada que aparece, francamente esta noche prefiero estaracompañado, así es que salgo a buscarla esperando pronto encontrarla, una leve risa detrás del árbol que está frente a la puerta la delata, sin embargo hago como que no la escucho y continúo caminando lentamente; ella me alcanza me tapa los ojos y dice adivina quién soy, esos juegos que suelen hacerse de manera inocente, después de dos o tres nombres fallidos, acierto y nos saludamos como siempre lohacemos. La invito a pasar a mi casa y ella gustosa acepta, una vez dentro le quito el abrigo negro que llevaba puesto; mientras lo cuelgo en el armario, ella camina hacia la sala, observo detalladamente su torneada silueta, lleva puesto un vestido blanco; corto, muy corto, fielmente adherido a su cuerpo, tan ajustado que permite ver detalles que antes no había notado, por cierto el color de suvestido me asombró demasiado, ya que normalmente prefiere colores obscuros, sin embargo veo que este cambio de tonos le sentó de maravilla, pensé en decirle, pero lo deje para más tarde.

Tendrás algo de beber, (me dice) le ofrecí una copa de vino, agua, refresco, té, café, cerveza y nada, a todo dijo no, creo que era sólo un pretexto, no quería tomar nada sólo ponerme en jaque, recordé nuevamenteese chocolate y se lo ofrecí, ella claro que dudó de la existencia del mismo, así es que decidió aceptar, y si no tienes chocolate que te hago?? Y sí, sí tengo???? a qué no, a que sí; y entonces la cosa se puso agradable, ante su duda yo puede aprovecharme, pidiéndole tantas cosas raras como puedas imaginar, algunas muy complejas de realizar, otras muy sucias y atrevidas, algunas rosas y muyfresas; para todas, ella encontró una tarea más compleja para que yo realizara, nos olvidamos por un largo rato del chocolate, nuestra conversación era acalorada y muy entretenida, fue tan agradable imaginarnos todas las proezas que cada uno le sugería al otro, tanto que un par de cervezas no bastaron para refrescar nuestras gargantas.

Aferrada a la idea de que no le podía ofrecer chocolate, la apuestaquedo de la siguiente manera:

Si no había chocolate, me convertiría en su chofer cuatro fines de semana consecutivos, lo haría con mi coche y todos los gastos correrían por mi cuenta; si ella salía con algún galán yo los llevo a donde quieran y los espero hasta que ella decida; sino tenía plan, podría (si así le parece adecuado) incluirme en él, como ella decida pasar el fin con migo o sin míhasta donde ella decida, cuatro fines de semana me pareció un poco exagerado, le dije, pero no se movió ni un poco; al verme dudar incluso quiso encajar un par de detalles más pero ya no los platicamos y por ello no quedaron en el acuerdo.

Ahhh, pero si en mi casa había chocolate y le podía ofrecer en pocos minutos una taza con una mezcla espesa, espumosa y muy caliente, la cosa sería distinta; loque yo pedía era muy poco, dijo ella al principio, solamente una pasarela con un poco menos de ropa que la traes puesta, qué significa un poco menos; dijo ella, a lo que respondí hábilmente, solo que sea menos, (claro si llevaba vestido, poco menos significaba por lo menos eso, el vestido) la pasarela debía durar por lo menos cinco minutos y no podía ser sin zapatos (por las dudas) en el proceso...