Ciencias Políticas
"La labor científica, pues, se recoge a título de mero índice y presentación con los siguientes apartados: 1) En busca de la teoría del método, pasando por la mediación, hasta integrarse progresivamente en el ámbito de la Teoría Social; 2) La aplicación del método al estudio deobjetos sociales concretos: se sintetiza en este apartado los trabajos dedicados a la teoría y a la investigación de la estructura y el cambio social; 3) El paso a la producción teórica original: el tercer paso de su producción intelectual se refiere a la producción teórica más original; comprende su quehacer actual para la construcción de una teoría de la comunicación, que, al mismo tiempo, sirvade referencia a un grupo de investigadores que se ocupa de diversos objetos, pero desde un enfoque común".
Y el programa ha continuado desde entonces moviéndose entre los tres puntos, proceso del cual es producto el presente texto reseñado, su propuesta de Teoría de la comunicación. En principio, y antes de continuar, es necesaria la referencia a la liga interior profunda entre este texto yotro, publicado en el año 1981, "Teoría de la comunicación. Epistemología y Análisis de la referencia" [3], que conforma entre ambos una cierta unidad complementaria, en la cual el texto anterior es un antecedente que también tiene valor en sí mismo, y el texto actual que aparece como una culminación y cierre momentáneo del tema.
Difícil ser un teórico de la comunicación en el mundo académicoactual. El término es de presencia universal, con diversos usos y apropiaciones, pero la comunicación académica tiene una agenda con otras prioridades. Un intelectual que se asume como teórico y epistemólogo de la comunicación asume los riesgos de la soledad, la incomprensión, el rechazo, la animadversión y el aislamiento. La maduración del mundo académico de la comunicación está llegando a un puntoen el cual es posible la emergencia de un movimiento por las preguntas básicas, filosóficas, epistemológicas, metodológicas. Pero el escenario aún no es muy claro el día de hoy. Pensar en la situación de un académico que ha mantenido una postura de altos estudios y de reflexión básica a lo largo de varias décadas, es ya motivo suficiente para un reconocimiento y un momento de admiración. Este esel caso de Manuel Martín Serrano.
Después de la producción editorial de los años setenta y los ochenta, la voz del teórico madrileño había bajado en intensidad teórica, en apariencia otras tareas le ocupaban [4], la vocación sobre la construcción sobre lo general estaba esperando su momento, madurando en el interior de la mirada que observa, las notas personales, los cuadernos de trabajo, laintimidad del escritorio y el cuarto de estudio. Y llegó lo esperado, el libro de teoría de la comunicación que aquí nos interesa. El texto está dividido en cuatro partes, los orígenes de la comunicación, la naturaleza de la comunicación, la comunicación humana, y métodos de la teoría de la comunicación. La ambición es enorme, presentar datos y argumentos que legitimen la existencia de una ciencia...
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