Cierre de sexenio de Calderon
Páginas: 7 (1551 palabras)
Publicado: 29 de mayo de 2013
Calderón y el cierre del sexenio
EL PRESIDENTE Felipe Calderón envió su quinto informe de gobierno al Congreso de la Unión. Históricamente, los gobernantes en México llegaban a su quinto año de gobierno en un nivel de máximo poder; el declive comenzaba junto con el inicio del sexto año de la administración. Esto era así porque en ese sexto año aparecían los candidatos a suceder al Presidente.Sin embargo, Calderón ha tenido que pasar por una situación desgastante prácticamente desde que asumió el poder ejecutivo.
Esto se explica en parte por la reñida votación del 2006, cuando ganó las elecciones por una diferencia menor a un punto porcentual.
Pero también porque tuvo que negociar con el PRI la estabilidad de su gobierno los primeros tres años y, desde el 2009, su partido (PAN),pasó a ser minoría en la Cámara de diputados.
A ello se suman los altos costos de la crisis económica del 2008 y los de la violencia criminal y de combate a la delincuencia. Recientemente el diario Reforma publicó que Felipe Calderón había logrado obtener a principios de agosto una aprobación del 63 por ciento, cuatro puntos más que en abril pasado. Aunque sólo el 48 por ciento opina queMéxico va por buen camino.
Las encuestas del diario El Universal registran una calificación más negativa. De acuerdo a este diario, el 49 por ciento considera que el gobierno de Calderón está en su “peor momento”.
Un sondeo difundido esta semana por el Pew Research Center (PRC), reconocida firma estadounidense, indica que el 57 por ciento de los encuestados valoraba positivamente la influencia deCalderón a mediados de este año; lo que no está mal, pero se ubica 15 puntos abajo que en 2009, cuando la PRC realizó su más cercano estudio. De cada cien, 39 de reprobaron al Presidente, en esa investigación.
Juliana Horowitz, una de las responsables del estudio, argumentó: “Para cualquier presidente, mantener los niveles de popularidad en medio de una situación económica difícil y con unnivel de violencia que preocupa a la mayoría de los ciudadanos, es sumamente complicado”.
El hecho es que en las campañas próximas tendremos, como en el 2006, las preocupaciones por el desempleo, la pobreza, el bajo poder adquisitivo y la corrupción como temas de debate electoral. Sólo que ahora se sumará una cuestión más: la violencia.
UN AMPLIO DEBATE
COMO lo publicó ayer diario Presente,se abrió el debate sobre las llamadas reformas legales anti-rumor. A reserva de abordar con mayor detalle este asunto, existen por lo menos dos vertientes: aquel en que se castiga a quienes utilicen los servicios telefónicos o de cualquier medio (la ley dice “medio de comunicación masiva”) para provocar alarma o falsa emergencia.
En especial si esta alarma -dicen los diputados en suargumentación- obliga a la movilización de los servicios de seguridad pública o provoque caos o inseguridad. Una reforma a las leyes penales que ya fue aprobada. Se explica porque los servicios como la Cruz Roja tabasqueña, los bomberos o seguridad pública, reciben un 90 por ciento por lo menos de llamadas falsas. Diversos sistemas se aplican en todo el mundo para disminuir los costos y los riesgos de esteabuso.
Otra vertiente muy distinta, y compleja, es la que involucra la clasificación de un nuevo delito “alarma social”, que también se refiere a la difusión de información falsa “con el ánimo de causar alarma, perturbar la paz pública, o el orden constitucional” por cualquier medio pero que apunta a inhibir el -se argumenta- el uso de las redes de Internet y la radiotelefonía para rumoresdañinos.
Entramos en el terreno de las interpretaciones pero también de los pactos internacionales en materia de libertad de expresión, democracia y acceso a las nuevas tecnologías. Como bien lo comentó en estas páginas el especialista Raúl Trejo Delarbre a propósito de dos personas consignadas en Veracruz (antes ocurrió en Nayarit), por utilizar las redes satelitales para difundir información...
EL PRESIDENTE Felipe Calderón envió su quinto informe de gobierno al Congreso de la Unión. Históricamente, los gobernantes en México llegaban a su quinto año de gobierno en un nivel de máximo poder; el declive comenzaba junto con el inicio del sexto año de la administración. Esto era así porque en ese sexto año aparecían los candidatos a suceder al Presidente.Sin embargo, Calderón ha tenido que pasar por una situación desgastante prácticamente desde que asumió el poder ejecutivo.
Esto se explica en parte por la reñida votación del 2006, cuando ganó las elecciones por una diferencia menor a un punto porcentual.
Pero también porque tuvo que negociar con el PRI la estabilidad de su gobierno los primeros tres años y, desde el 2009, su partido (PAN),pasó a ser minoría en la Cámara de diputados.
A ello se suman los altos costos de la crisis económica del 2008 y los de la violencia criminal y de combate a la delincuencia. Recientemente el diario Reforma publicó que Felipe Calderón había logrado obtener a principios de agosto una aprobación del 63 por ciento, cuatro puntos más que en abril pasado. Aunque sólo el 48 por ciento opina queMéxico va por buen camino.
Las encuestas del diario El Universal registran una calificación más negativa. De acuerdo a este diario, el 49 por ciento considera que el gobierno de Calderón está en su “peor momento”.
Un sondeo difundido esta semana por el Pew Research Center (PRC), reconocida firma estadounidense, indica que el 57 por ciento de los encuestados valoraba positivamente la influencia deCalderón a mediados de este año; lo que no está mal, pero se ubica 15 puntos abajo que en 2009, cuando la PRC realizó su más cercano estudio. De cada cien, 39 de reprobaron al Presidente, en esa investigación.
Juliana Horowitz, una de las responsables del estudio, argumentó: “Para cualquier presidente, mantener los niveles de popularidad en medio de una situación económica difícil y con unnivel de violencia que preocupa a la mayoría de los ciudadanos, es sumamente complicado”.
El hecho es que en las campañas próximas tendremos, como en el 2006, las preocupaciones por el desempleo, la pobreza, el bajo poder adquisitivo y la corrupción como temas de debate electoral. Sólo que ahora se sumará una cuestión más: la violencia.
UN AMPLIO DEBATE
COMO lo publicó ayer diario Presente,se abrió el debate sobre las llamadas reformas legales anti-rumor. A reserva de abordar con mayor detalle este asunto, existen por lo menos dos vertientes: aquel en que se castiga a quienes utilicen los servicios telefónicos o de cualquier medio (la ley dice “medio de comunicación masiva”) para provocar alarma o falsa emergencia.
En especial si esta alarma -dicen los diputados en suargumentación- obliga a la movilización de los servicios de seguridad pública o provoque caos o inseguridad. Una reforma a las leyes penales que ya fue aprobada. Se explica porque los servicios como la Cruz Roja tabasqueña, los bomberos o seguridad pública, reciben un 90 por ciento por lo menos de llamadas falsas. Diversos sistemas se aplican en todo el mundo para disminuir los costos y los riesgos de esteabuso.
Otra vertiente muy distinta, y compleja, es la que involucra la clasificación de un nuevo delito “alarma social”, que también se refiere a la difusión de información falsa “con el ánimo de causar alarma, perturbar la paz pública, o el orden constitucional” por cualquier medio pero que apunta a inhibir el -se argumenta- el uso de las redes de Internet y la radiotelefonía para rumoresdañinos.
Entramos en el terreno de las interpretaciones pero también de los pactos internacionales en materia de libertad de expresión, democracia y acceso a las nuevas tecnologías. Como bien lo comentó en estas páginas el especialista Raúl Trejo Delarbre a propósito de dos personas consignadas en Veracruz (antes ocurrió en Nayarit), por utilizar las redes satelitales para difundir información...
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