Cine cultural ¿Fracaso comercial?

Cine cultural
¿Fracaso
comercial?
Sergio Vergara


Miércoles 24 de Abril del 2013

Cine cultural, ¿fracaso comercial?

Cine cultural, ¿fracaso comercial?
A menudo vemos propagarse la creencia de que el cine como producto comercial
y el cine como producto cultural son incompatibles. Robert McKee, por ejemplo, en
su libro “Story” dice que “como en todas las cosas, la política acechalo narrativo:
la política del gusto, la política de los festivales y de los premios, y lo que es aún
más importante, la política de lo artístico frente al éxito comercial.” Esta
concepción acerca del cine afecta directamente a la calidad del contenido y a su
comercialización, dependiendo si son construidos con un fin artístico (de
festivales) o con un fin comercial (generar utilidades).
Acontinuación veremos como estos conceptos no solamente son
compatibles, sino que dependen uno del otro.
Relación cine y cultura.
Las relaciones que surgen entre el cine y la cultura son numerosas, y en parte,
enormemente ilustrativas. Ya sean del tipo cine y hechos sociales, en donde el
cine es capaz de registrar acontecimientos, realidades, contextos históricos,
ambientales, educacionales,económicos pero además proponer posibilidades o
soluciones, y otorgarnos un mapa de referencia en el tiempo. También es capaz
de posicionar la mirada de su audiencia sobre alguna situación en particular,
informar de esta a quienes no la conocían e, incluso, nos permite analizar la
situación desde un punto de vista diferente cuando esta aparece frente a nosotros
en tercera persona, sobre todocuando se trata de aquella que se vive a menudo y
que se ha interiorizado tanto que resulta imposible analizarla de manera más
objetiva. En este ámbito el cine funciona como catalizador de la sociedad.
Es posible observar la retroalimentación que experimenta el cine junto con
la sociedad en la cual está inmerso, ya que si bien el cine influye en su contexto
social, los elementos culturalestambién influyen en la creación cinematográfica
ya sea en el idioma, la idiosincrasia, los acontecimientos, temas controversiales,
las tradiciones y la preferencia del publico. A medida que se van recogiendo los
elementos claves para concretarse, el contenido se vuelve cada vez más apto y
su forma a su vez más moldeada por el entorno que lo consume. Se podría decir

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 entonces que el cine de consumo es posible si, y solo si existe un acuerdo tácito
entre su forma, contenido y el receptor al cual va dirigido, por lo que se asienta
sobre una base de convenciones sociales.
[…] Las convenciones son la principal fuente de redundancia e implican
una fácil decodificación a partir del receptor. Un escritor que rompe con las
convenciones no busca ser fácilmentecomprendido: aquellos que desean
comunicación fácil con sus lectores utilizan las convenciones apropiadas
(Fiske John, 1984, p. 6).
Estas convenciones como las llamó Fiske, han recibido a lo largo de la historia
variados nombres en sus diferentes ámbitos, la publicidad por ejemplo propuso
seleccionar un target, los medios de comunicación determinar el público objetivo
y el marketing orientar laproducción hacia al consumidor. Todos estos nombres
evocan la figura de un receptor ideal o el llamado “lector modelo” de Umberto
Eco. La idea es que el producto o servicio, en este caso el cine cultural, se ajuste
bien a las necesidades del consumidor haciendo que no sea necesario venderlo,
sino que se venda sólo surgiendo la importancia de detectar y satisfacer las
necesidades y deseos delconsumidor como un medio para obtener volúmenes
de venta con utilidades.
Los cineastas chilenos que dicen fomentar la cultura, en la mayoría de los
casos, tienden a centrarse más en motivos de originalidad y de búsqueda de su
propia identidad, llegando a ambicionar estos aspectos. Las obras parecen
dirigirse esencialmente a los jurados de los festivales internacionales y a quienes
se hayan con...