Comentario Crisis A. Regimen

COMENTARIO 2. - REFORMISMO ILUSTRADO - ESPAÑA


El mal que han causado los mayorazgos es tan grande que no bastará evitar su progreso, si no se trata de aplicarle otros temperamentos. El más notable., si no el mayor de todos los daños, es el que sienten las mismas familias (..) Nada es más repugnante, que ver sin establecimiento ni carrera, y condenados a la pobreza, al celibato y a laociosidad los individuos de las familias nobles (...)
Cultivar la tierra dista mucho todavía de la perfección a la que puede ser tan fácilmente conducida. ¿Qué nación hay que, para afrenta de su sabiduría y opulencia, y en medio de lo que han adelantado las artes de lujo y placer, no presente muchos testimonios de atraso de una profesión tan esencial y necesaria? ¿Qué nación hay en que no se vean muchosterrenos o del todo incultos o muy perfectamente cultivados; muchos que por falta de riego, desagüe o desmonte, estén condenados a perpetua esterilidad (...) En una palabra: ¿Qué nación hay en que la primera de las artes no sea más atrasada de todas?
Jovellanos (1795); informe en el expediente de la Ley Agrara.



COMENTARIO 3 – CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN – ESPAÑA

Pero ¿cuál fue laprimera causa de este favor singular, cuando apenas comenzaba a actuar en vida?
Yo mismo la ignoraba al principio. Tal vez sea esta la explicación: El Rey Carlos IV y María Luisa recibían cada día, como puede muy bien suponerse, una gran impresión, un choque moral, con cada noticia nueva de lo que ocurría en Francia: era la época de las angustias, de las desgracias de Luis XVI, de la Reina MaríaAntonieta y de su infortunada familia. Profundamente impresionados por aquellos acontecimientos desastrosos, Carlos IV y María Luisa los atribuían en parte, y poco se equivocaban, al cambio continuo de ministerios a que se veía obligado el Rey por las intrigas y las influencias contrarias y funestas de su corte. La vecindad de los dos reinos hacía temer a cada instante que el incendio se comunicasede uno a otro. Carlos IV miraba a su alrededor; no osaba contar con sus propios medios y no sabía en quien depositar su confianza: buscaba la luz y no veía más que engañadoras tinieblas. Dudaba (...).

No quiero aquí, de ningún modo, ni justificar ni censurar esta indecisión ... hubiesen querido (Sus Majestades) encontrar un hombre que fuese su propia hechura, un verdadero amigo, y que ligadofielmente a sus personas y a su casa, velase por el servicio del Estado...Por exigencias del servicio diario , se me admitía en una suerte de familiaridad, más común de lo que se cree... Su benévola facilidad me permitieron más de una vez opinar sobre los acontecimientos públicos (...) Si sus majestades concibieron una idea favorable de mi capacidad ... no era ciertamente resultado de una ambicióndecidida y presuntuosa de mi parte ...

Las alteraciones de Francia eran cada vez más graves; el peligro de contagio, cada vez más amenazador. A un ministro viejo e irresoluto acababa de suceder otro anciano que, pasándose de extremo contrario, quería arriesgarlo todo. La pusilanimidad de uno, la temeridad de otro, inspiraban al rey idéntica desconfianza. Provocaciones, insultos directos salíande la tribuna francesa; el trono de Luis XVI acababa de hundirse (...) ¿Qué hacer? ¿Qué conducto política adoptar? ¿Cómo librarse de la fatalidad de la suerte? La tormenta estallaba, rugía por todas partes (...) cuando el terror amenazaba nuestras puertas y helaba las inteligencias, me vi yo ¡Dios mío!, de repente, en el timón del Estado.
GODOY, Manuel: Memorias del príncipe de la Paz. Madrid,1956


Se trata de dos documentos primarios, el primero es un fragmento de un estudio económico sobre el estado de la agricultura, redactado por Gaspar Melchor de Jovellanos a instancia de la Sociedad Económica de Amigos del País de Madrid. El segundo es un diario de Godoy el cual llegó a desempeñar el cargo de primer ministro en el reinado de Carlos IV. Ambos documentos de sitúan a finales...