comida de inmigrantes

De pasta italiana
Vilelma Forni, es maestra, vive en Oberá es hija de un italiano que llego a la Argentina huyendo de la convulsionada Italia a fines de los 40. De pequeña escuchó los relatos de su padre, de los amigos que habían cruzado juntos el océano y de sus tíos, que de a poco se fueron sumando a la colonia asentada en Misiones, hubo quienes optaron por echar raíces definitivamente en latierra colorada y otros que regresaron al Viejo Continente. De todos modos, la cultura a través de las canciones, las danzas y las comidas siguen latiendo fuertes.
“En medio de épocas convulsionadas políticamente, en el marco del dominio comunista, mi papa se enrolo en la Asociación Católica de los Trabajadores, un movimiento que desde las iglesias pugnaba por una sociedad libre. Cuando su nombreapareció en la lista negra de los poderosos, en el año 1947, mi abuelo propuso emigrar a América. Alejandro Forni llegó a la Argentina junto con sus compañeros militante”.
Cuando desembarcaron en Buenos Aires tras un mes de travesía, ya la fábrica de bicicletas a la que venían a trabajar se había fundido. Pero lograron nuevos contratos en una empresa de asfalto que mas tarde se traslado aMisiones.
“Ella, mamá, acababa de recibirse de maestra, trabajaba en la Escuela Sargento Cabral a la salida de Oberá y era una criolla pura. Siempre me cuenta que al principio no le entendía ni una palabra a ese italiano que la cortejaba y que vivía con otros que tenían como unos pañales colgados de la soga con lo que se preparaban la comida”.
La masa de sus pastas, sus costumbres gastronómicasfueron el punto de encuentro, el idioma universal.
En la mesa de la casa de los Forni, la tradición italiana se impuso con facilidad, porque con el pasar de los años fueron viniendo cuatro tíos solteros que habían quedado en Europa, inclinando cada vez más la balanza hacia las pastas caseras.
Así como el idioma sufre mutaciones en Italia según du región, las comidas también.. “En casa aprendimos quelos fideos son típicos de la zona de Emilia, al norte se comen mas platos con queso, la pizza es de Nápoles y la porccetta es un plato típico de los romanos”.
“nuestras reuniones familiares eran numerosas, porque ese grupo inicial de italianos se quedo en Misiones y periódicamente se armaban tallarinadas con canto y música.
“Mi vida estuvo más marcada por la cultura italiana que la de mishermanos, en 1960, el abuelo Forni, que había quedado en Italia, quería conocer a un nieto y fui la elegida. A pesar de mis siete años de edad, permanecí en Italia hasta los catorce. Inicialmente debí quedarme por tres meses, pero cada vez que decía me voy, el abuelo se descomponía”.
Cuando regreso a la tierra colorada trajo muy arraigada la cultura, la de su padre, la que también enseño a sus hijosdespués de casarse con Stevenson. La tradición Italiana continua ocupando un lugar central en la mesa familiar, aunque la descendencia va perdiendo las raíces, excepto por el ritual de la pasta de los domingos en la casa de mamá.
“Tratamos de respetar las recetas originales, pero también ocurre que a veces no tenés los ingredientes o que por cuestiones climáticas no es posible seguir elmandamiento al pie de la letra. Es verdad que nos vamos acriollando de alguna manera y lo disfrutamos.
“Navidad era una de las fiestas en las que papá sacaba a relucir sus costumbres. Siempre hablaba de lo que seguramente los tíos estarían poniendo en la mesa, pero acá sus recuerdos contrastaban con el asado que teníamos a la parrilla, porque con nuestro calor resulta imposible respetar la tradiciónitaliana con su mesa llena de calorías”.
“Si no es asado, ahora comemos la porccetta: chancho deshuesado relleno, con huevo duro, pan, leche, muchas especies y la manzanita en la boca”
“Allá en Bolonia, la región de mi papá, el 24 se hace vigilia, se comen fideos con un tuco de atún. Recuerdo de los años que estuve que también se hace un estofado de anguila y de postre pan dulce chato que se...