Confesiones de San Agustin
San Agustín
Colección
Filosofía y Teoría Social
www.librosenred.com
Dirección General: Marcelo Perazolo
Dirección de Contenidos: Ivana Basset
Diseño de cubierta: Daniela Ferrán
Diagramación de interiores: Julieta Lara Mariatti
Está prohibida la reproducción total o parcial de este libro, su tratamiento
informático, la transmisión de cualquier forma o de cualquiermedio, ya sea
electrónico, mecánico, por fotocopia, registro u otros métodos, sin el permiso
previo escrito de los titulares del Copyright.
Primera edición en español en versión digital
© LibrosEnRed, 2007
Una marca registrada de Amertown International S.A.
Para encargar más copias de este libro o conocer otros libros de esta colección
visite www.librosenred.com
ÍNDICE
Libro I
5Libro II
22
Libro III
31
Libro IV
45
Libro V
61
Libro VI
76
Libro VII
95
Libro VIII
114
Libro IX
138
Libro X
165
Libro XI
215
Libro XII
238
Libro XIII
263
Acerca del autor
294
Editorial LibrosEnRed
295
LIBRO I
Confiesa San Agustín los vicios y pecados de su infancia y de su puericia,
y da gracias a Dios porlos beneficios que recibió de su mano en una y
otra edad
CAPÍTULO I
1. Grande eres, Señor, e inmensamente digno de alabanza; grande es tu
poder y tu inteligencia no tiene límites.
Y ahora hay aquí un hombre que te quiere alabar. Un hombre que es parte
de tu creación y que, como todos, lleva siempre consigo por todas partes
su mortalidad y el testimonio de su pecado, el testimonio de que túsiempre te resistes a la soberbia humana. Así pues, no obstante su miseria, ese
hombre te quiere alabar. Y tú lo estimulas para que encuentre deleite en
tu alabanza; nos creaste para ti y nuestro corazón andará siempre inquieto
mientras no descanse en ti.
Y ahora, Señor, concédeme saber qué es primero: si invocarte o alabarte; o
si antes de invocarte es todavía preciso conocerte.
2. Pues,¿quién te podría invocar cuando no te conoce? Si no te conoce bien
podría invocar a alguien que no eres tú.
¿O será, acaso, que nadie te puede conocer si no te invoca primero? Mas
por otra parte: ¿Cómo te podría invocar quien todavía no cree en ti; y cómo
podría creer en ti si nadie te predica?
Alabarán al Señor quienes lo buscan; pues si lo buscan lo habrán de encontrar; y si lo encuentran lohabrán de alabar.
Haz pues, Señor, que yo te busque y te invoque; y que te invoque creyendo en ti, pues ya he escuchado tu predicación. Te invoca mi fe. Esa
fe que tú me has dado, que infundiste en mi alma por la humanidad
de tu Hijo, por el ministerio de aquel que tú nos enviaste para que nos
hablara de ti.
5
LibrosEnRed
San Agustín
CAPÍTULO II
1. ¿Y cómo habré de invocar a mi Diosy Señor? Porque si lo invoco será
ciertamente para que venga a mí. Pero, ¿qué lugar hay en mí para que a mí
venga Dios, ese Dios que hizo el cielo y la tierra? ¡Señor santo! ¿Cómo es
posible que haya en mí algo capaz de ti?
Porque a ti no pueden contenerte ni el cielo ni la tierra que tú creaste, y yo
en ella me encuentro, porque en ella me creaste.
2. Acaso porque sin ti no existiría nadade cuanto existe, resulta posible
que lo que existe te contenga. ¡Y yo existo! Por eso deseo que vengas
a mí, pues sin ti yo no existiría. Yo no estoy en los abismos, pero tú
estás también allí. Y yo no sería, absolutamente no podría ser, si tú no
estuvieras en mi. O, para decirlo mejor, yo no existiría si no existiera
en ti, de quien todo procede, por el cual y en el cual existe todo. Asíes, Señor, así es. ¿Y cómo, entonces, invocarte, si estoy en ti? ¿Y cómo
podrías tú venir si ya estás en mí? ¿Cómo podría yo salirme del cielo
y de la tierra para que viniera a mí mi Señor pues El dijo: yo lleno los
cielos y la tierra?
CAPÍTULO III
1. Entonces, Señor: ¿Te contienen el cielo y la tierra porque tú los llenas; o
los llenas pero queda algo de ti que no cabe en ellos? ¿Y en...
Regístrate para leer el documento completo.