Convivencia
El ser humano es un ser social. Ninguna persona vive absolutamente aislada del resto, ya que la interacción con otros individuos es imprescindible para el bienestar y la salud. Sinembargo, la convivencia no siempre resulta fácil, dado que pueden interferir negativamente ciertas diferencias sociales, culturales o económicas, entre otras muchas posibilidades.
En ciertos países,dados los elevados precios de alquiler de viviendas, losinmigrantes se ven obligados a compartir pisos, y la convivencia entre personas de diferentes nacionalidades puede ser tan enriquecedora comocomplicada. Sin lugar a dudas, el racismo se encuentra entre los peores ingredientes de una vida en común, y puede acarrear resultados muy lamentables; por otro lado, convivir con una persona cuyanacionalidad tenga connotaciones negativas para nosotros puede convertirse en el mejor camino para entender que generalizar es desperdiciar tiempo y energías, y que un pasaporte no dice mucho acerca de unindividuo.
Pero todos los problemas no son tan graves y profundos como el desprecio por una raza; una mera diferencia de horarios puede despertar roces y enfrentamientos que entorpezcan la convivencia.Lo mismo ocurre con los hábitos de limpieza, los gustos musicales y las costumbres culinarias. En el mejor de los casos, siempre es posible llegar a un acuerdo, que cada parte se adapte a lasnecesidades de las demás para que nadie deba soportar situaciones molestas o hirientes. Si el diálogo no funciona, o si se llega a la conclusión de que un cambio no es posible, entonces el mejor camino esuna separación pacífica.
El respeto y la solidaridad son dos valores imprescindibles para que la convivencia armoniosa sea posible. Por supuesto, existen distintos niveles o tipos de convivencia: la...
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