Cordoba de las campanas

Quizás uno de los motes con el que más se conoce a nuestra ciudad, sea “CORDOBA DE LAS CAMPANAS”
¿Cuándo se comenzó a usarlo?, si fue antes o después de que el genial Arturo Capdevila la eternizaracon su poema, no es vital a esta altura. Lo importante es cuan identificados nos sentimos con esa Córdoba, que tan internalizada tenemos, esta cuestión de pertenecer a una ciudad cuyas raíces estánteñidas de tañidos.

Aunque el origen de estos instrumentos musicales sea anterior, recién a finales del siglo V la Iglesia Católica comienza a utilizarlos para llamar a los oficios, anunciardefunciones o para la hora del Angelus. Y que a Córdoba se la asocie con sus campanas se debe simplemente a los numerosos templos que desde sus comienzos engalanaron la ciudad colonial. La quietud recoletade sus calles, se interrumpía con los sonidos que nacían en cada campanario.

¿Pero cuántos eran esos campanarios?, ¿por qué destacarlos de los de otras ciudades?, ¿será que los cordobeses teníamosmuchos más?

La ciudad pensada por Cabrera, esas setenta manzanas emplazadas entre accidentes naturales, albergó un buen número de órdenes religiosas, que llegaban a la ciudad y levantaban sustemplos, a los que hay que sumarle los dos Monasterios de Clausura que se crean en la primera mitad del XVIII. Pero indudablemente fue la profunda raigambre cristiana de aquellos primeros vecinos, lo quele imprimió el carácter religioso que aún hoy conserva.

…Eran una voz llena
diciendo María ,
eran las campanasde la Compañía…[1]


¿Las de la Compañía?, sí, sí, las de los Jesuitas, que hoy tienen la campana más antigua de la ciudad.

…Eran una voz mansa …Eran unas dulcesllamando al aprisco claras notas finas
Llamaban a misa Eran las campanas
las de San Francisco… de las Catalinas…1

Podríamos seguir desandando cada uno de los versos de Capdevila...