Coriat, Benjamin. El Taller Y El Cronómetro. (Cap: 2,3,4,5 Y 6)

El taller y el cronómetro
Coriat, Benjamin

La norma y el cronómetro.
I. El propósito del «cientific management»: acabar con el «oficio» para acabar con el control obrero de los tiempos de producción.
En el fondo del análisis tayloriano hay un doble descubrimiento, una doble certeza: la eficacia del oficio como modo de resistencia a la intensificiación del trabajo, del llamado monopoliode la clase obrera, que está ciertamente «fraccionado», pero fundamentalmente es que los patronos están excluidos de él. La otra certeza es que ésta «exclusividad» de los modos operatorios es lo que hace posible el control obrero de los tiempos de producción. Se trata de la relación de fuerzas en el saber, que es quien paraliza el desarrollo del capital. Doble al obrero de oficio será lacontribución histórica del taylorismo.

II. Las condiciones de la formación del taylorismo: el cambio en la composición de la clase obrera americana.
Esta «Contribución» es lo que muchos elementos preparaban. Desde 1815, los Estados Unidos ven cómo se produce el mayor movimiento de inmigración de la historia moderna. Ese flujo delimita dos períodos distintos: La primera oleada consta entre 1815-1860 y lasegunda, entre 1870-1915. Las dos «oleadas» de emigrantes se diferencian a la vez por lo que concierne al «país» de origen, las raíces y las condiciones de acogida dispensadas en los Estados Unidos. La inmigración total en 1860 constaba de 5 millones, del cual 2 millones eran irlandeses, 1 millón y medio de alemanes y otros británicos (escoceses, galeses, ingleses) de 750.000, de los mas numerosos-entre otros-.
Son en su aplastante mayoría inmigrantes de Europa del oeste y del norte. El origen de esos inmensos desplazamientos de población está la revolución industrial, la expropiación del pueblo campesino, ya sea el resultado de medios simplemente «económicos» o de expulsiones violentas «legalmente» organizadas. Allí el campesino no puede resistir o adaptarse a la nueva explotación de latierra; y la inestabilidad política lleva forzando a huir de las persecuciones que afectan a las minorías. Una a una son abolidas en Europa las leyes que prohibían la emigración.
La revolución industrial suprime así hasta el mar, «liberando» en una de sus orillas a las cohortes de brazos que asegurarán en la otra el desarrollo del capital americano. Sin industria y con una agricultura elemental,Irlanda va a conocer un hambre espantoso desencadenada por la enfermedad de la patata. Como consecuencia de ella perecen un millón de irlandeses. En América, «tierra acogedora», el país en manos de los WASP (es asociado a los estadounidenses blancos que defienden los valores tradicionales y rechazan la influencia de cualquier etnia, nacionalidad o cultura ajena a la suya), relega a losinmigranets a unas funciones precisas. Sólo un 10% podrá establecerse en el campo como granjeros o aparceros. Los irlandeses proporcionarán la primera mano de obra, tan reclamada por el capital americano.
De 1880 a 1915 son censados en Estados Unidos 15 millones de nuevos inmigrantes. Es que la industrialización produce los mismo efectos cincuenta años más tarde. También aquí por causas económicas ymutaciones políticas conjuegan sus efectos. Esta población nueva se compone de trabajadores sin ninguna especialización, que no han tenido prácticamente ningún contacto con los manufactureros ni el trabajo industrial. Están mucho más desprovistas que sus predecesoras de la primera mitad del siglo.
A esto hay que añadir que su «integración» resulta todavía más difícil y problemática. Las posibilidadesde establecerse en el campo son casi nulas. La «frontera» está cerrada. Esta segunda oleada, en términos cuantitativos está conformada en su mayoría por 2,5 millones de alemanes, 1,5 millones de rusos y 1,5 de austrohúngaros -entre otros-.

Pero esta aproximación es todavía insuficiente, pues una visión cualitativa del mismo fenómeno permite poner de relieve ciertos carácteres esenciales para...