Cronica de una torteria

Géneros periodísticos

¡Que tortón!
En una calle que probablemente no sería reconocida, si no fuera por la cantidad de changarritos populares que hay en ella, se encuentra cómodamente instalado enla parte inferior de una casa particular, las tortas “La Nueva” o como en la secundaria las conocíamos: “las tortas de las Gemes” porque nuestras compañeras de escuela eran gemelas e hijas de ladueña. El lugar se fue extendiendo por la cantidad de personas que demandaban una torta, famosas por la cantidad de carne que tienen y su bajísimo precio.
Lo primero es ver el menú, pegado y escritoimprovisadamente en una enorme cartulina. El nombre y la descripción de las tortas van bajando de acuerdo con el costo, siendo la cubana la última de la lista, la más cara y la más famosa, por sucombinación de carnes con carnes, quesos con quesos, verduras con verduras, para que el producto final sea casi 12 centímetros de sabor en medio de un bolillo. Después se paga y una pequeña hoja de papel es elvale a cambiar. El montón de ingredientes dispersos en la estufa, esperan ser escogidos para lo que será el almuerzo de alguien. Poco a poco la montaña de milanesa se va haciendo más pequeña; en elmomento en que eso pasa, una señorita vacía una cubeta que contiene la carne empanizada cortada en tiras. Lo mismo pasa con las salchichas y el queso de puerco, que son las más solicitadas.
La señoraAidé, concentrada en lo que hace, recordando cuáles llevan más queso, cuáles no llevan mostaza, sólo se le escucha decir: “una de jamón sin aguacate, cuatro de milanesa para llevar, dos de mole”. Enel fondo un par de mujeres, más o menos jóvenes, más o menos señoritas ven la televisión colgada en una de las esquinas, mientras la fila para pedir se hace más larga y más blanca, por el montón deestudiantes de medicina u odontología, no lo sé, ropas blancas al fin y al cabo.
Montones de platos con enormes tortas sobre ellos, desfilan dando vueltas por el lugar, para que después de cortos...