Cuba
Por Cecilia Fernández Castro
Al leer los distintos artículos de opinión sobre lo que queda de larevolución cubana en nuestro país en la actualidad, se desprenden algunos puntos claves. Uno de ellos es que el momento de mayor influencia en Argentina fueron las décadas del 60 y 70. Esto no es extraño sitenemos en cuenta que nuestro país atravesaba desde 1955 con la “revolución libertadora” una etapa plagada de dictaduras que se tornaban progresivamente más y más derechistas. Es lógico que elsurgimiento de Cuba como único estado socialista en América, fuese percibido en ese contexto con la esperanza de que Cuba fuese sólo el primer estado socialista en América.
Tampoco hay que dejar de lado elhecho de que durante esas décadas tuvo lugar el bloqueo de Cuba por parte de los Estados Unidos. Es decir, todo el mundo alineado con la U.R.S.S. tenía su vista puesta en América Latina, el conflicto eraalgo mucho más cercano a nosotros no sólo afectiva, sino también geográficamente. Esto pudo haber sido también uno de los motivos por los que la revolución estuvo mucho más latente en el imaginarioargentino de esa época.
Como sea, en el '83 y con la caída del régimen militar, Argentina pierde en parte esa necesidad desesperada de un nuevo sistema social. Como dice Pavlovsky, los defensores de larevolución transitaron “desde posiciones más radicalizadas a posiciones menos riesgosas y más cercanas a la sensibilidad del poder.
“No hay urgencias como en la otra época” señala Norman Brisky. “Sila revolución no me parece hoy la forma inevitable de la transformación, no renuncio a cambios de sentido no sólo más democrático sino también más igualitario de la sociedad” agrega Beatriz Sarlo.Entonces, según los pensadores que dán pie a esta reflexión, ¿qué queda de la revolución? Creo que la respuesta la dá María Moreno: queda lo que ella denomina “el lado íntimo de la revolución” y que...
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