Cuento De Terror

Esta historia comienza y termina en una granja alejada de la gran ciudad, en esos lugares donde la vida es tranquila, pero, es tranquila porque hay muy pocas personas por kilómetro cuadrado. Por lo tanto quiero que cuando te estés imaginando lo que te voy a decir, en tu cabeza despejes centros comerciales, negocios, establecimientos, incluso quizá calles asfaltadas; esto le sucedió a un granjerocuando fueron a su casa muchos años después de su muerte, o por lo menos se presume que está muerto porque no se encontró nunca ningún cadáver. Era simplemente una granja sucia, mugrosa, desvencijada, con los vidrios rotos, sin puertas, con la madera enmohecida y mucho, mucho negro donde debía de haber blanco.
En este lugar muy polvoriento encontraron una carta suya, y esta horrible historiahasta el día de hoy, no se sabe si fue verdad o simplemente un mito urbano, pero quienes la cuentan aseguran que de la carta nació el mito y que, por lo tanto, no es justo llamarlo una historia ficticia, porque verdaderamente encontraron este escrito.
Una broma muy elaborada, si es que estamos dispuestos a creer que un papel tan viejo como la casa misma, lleno de polvo, fue escrito por unjocoso que estaba de paso, por un payaso, por un... tipo que quería jugarle una broma pesada al pueblo.
El escrito del supuesto granjero relataba lo siguiente: Él todas las tardes colocaba sus alpacas de heno cerca del establo de los caballos; recogía el heno, lo trabajaba y finalmente el mismo las hacía y dejaba apiladas muy ordenadamente, cerca del establo de los animales que consumían esealimento.
Hasta que un día el granjero se dio cuenta que alguien había cogido todas las alpacas que el había apilado tan trabajosamente, y no es que se las hubieran robado, si se las hubieran robado habría sido mucho mejor, mucho mas tranquilizador, solamente las habían alejado unos veinte metros de su casa y las habían puesto una al lado de la otra separadas por unos diez o quince metros dedistancia, estaban todas en el suelo, extrañamente ordenadas.
El hombre se perturbó muchísimo, se extrañó de tal manera que la sorpresa dejó paso a la rabia, porque obviamente pensó que era obra de unos niños gastando una broma bastante pesada. El hombre pateó la puerta, bajó por las escaleras; gritó y volvió a tomar sus alpacas de heno costosamente, porque eran muy grandes y pesadas, una por unalas volvió a poner exactamente como estaban antes, jurándose a si mismo que si agarraba a esos niños los iba a tomar de las orejas, les iba a obligar a confesar y simple y llanamente los iba a escoltar, quizá a punta de escopeta, a casa de sus padres. Pero el hombre se hizo a si mismo una vana promesa porque al día siguiente, sin darse cuenta, las alpacas habían vuelto al mismo lugar de antes, perocon una diferencia, ahora estaban separadas por unos treinta metros, una tras otra colocadas a lo largo del terreno de su propiedad, y un poco mas lejos que el día anterior; el hombre obviamente pensó lo mismo pero ahora con mucha mas ira, con mucho mas coraje porque sospechó que serían unos payasos adolescentes, unos imbéciles, que la habían tomado con el, o por lo menos eso creyó.
El hombrevolvió a recoger sus alpacas de heno y después de un trabajo que le llevó casi todo el día, las metió en el establo donde estaban los caballos y las cerró con candado pensando que los niñitos no llegarían tan lejos como a romper un candado para volver a repetir la broma. Así que trató de tranquilizarse un poco bebiendo un vaso de leche que acostumbraba a tomar todas las noches para irse a dormir.Este hombre cuenta en su carta que finalmente estando tranquilo se dio un baño y se acostó, pero por alguna extraña razón se despertó antes de que el sol saliera; apenas abrió los ojos supo que algo estaba pasando, incluso sintió miedo en la oscuridad de su propia casa, así que tomó su lámpara, cogió su escopeta y bajó las escaleras. Caminó por el pasillo sin perder de vista la puerta, y...