Cuento la última sentencia
Aquel día no sería igual a los otros, además de distinto, también iba hacer contradictorio, cumplía setenta y cinco años, fecha que solía estar másalegre de lo habitual. Esta vez no se sentía así, era su último día de trabajo en aquella institución; un retiro forzoso que ponía fin a cuarenta y seis años ininterrumpidos en el Poder Judicial. En los últimos meses se esforzaba por no reflexionar respecto de lo que haría a partir de ese término de esa jornada; aún se sentía sano, fuerte, lúcido y por sobre todo útil, así que disimulaba conmucha habilidad lo que en su fuero interno concebía: la angustia de saber que ese día irremediablemente iba a llegar y que hoy se le enfrentaba cara a cara…..También pudo ocultar esos sentimientos frente a su familia y a los pocos amigos que logró mantener en estos años. Fue tan hábil en demostrar serenidad que a veces lograba auto convencerse, pero este momento, ese ejercicio mental no iba a sersuficiente, lo presentía en la piel, en su respiración, en el saludo con sus pares y colaboradores, en cada pedazo de historia que veía recorrer bajo sus pisadas, todo, todo lo hacía querer no vivir ese interminable día. Evitó el contacto con los colegas e inventando un trabajo urgente, se mantuvo encerrado en todo instante. Los funcionarios entendían perfectamente los sentimientos que pasaban porél, por lo demás era una actitud que tomaron todos aquellos que tuvieron que enfrentar el último día, al que denominaban C-80, una forma de nombrar a los días en que se debía aplicar el artículo 80 de la Constitución Política de la República. Él también conocía este término, en su taco calendario estaba escrito con letras muy grandes y remarcadas “C-80”.
Se acomodó en su sillón y de sumaletín sacó los lentes y una botella de agua, la que reemplazaba a la taza de café desde el día en que su médico le prohibió tan dulce néctar. Intentó primero probar té de diferentes marcas y sabores, pero nada logró mitigar la satisfacción que sentía por ese brebaje oscuro, así que se inclinó sólo por agua potable, que además le permitió ganarle algunos kilos a la balanza que tenía escondida en elbaño de su casa.
La última sentencia que dictaría era la resolución de un recurso de nulidad que quedó en acuerdo y que confirmaría el fallo de primera instancia. Miró a su alrededor, tuvo la precaución de tener todas sus cosas personales, guardadas en cajas que estaban prolijamente apiladas e identificadas con sus contenidos, las releyó en silencio, libros, artículos de escritorios, cuadros ytítulos. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde aquel día que por seguir los pasos de su padre decidió estudiar derecho? ¿Fue una buena decisión?, lo cierto es que no se imaginó nunca haciendo otra cosa y aunque intentó el ejercicio libre pues sabía que podría tener más éxito económico que en la actividad jurisdiccional, ese día que vio a su padre en estrados interrogando a un hombre en medio de un...
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