Cuento: reyes del universo

REYES DEL UNIVERSO

... Y es entonces todo tan iluminado, tan radiante, tan incandescente, que ni siquiera él mismo podía soportar aquella ardorosa tarea que le había sido impuesta quién sabe por quien, ni para qué.

Su misión era diaria y durante toda la mañana –bueno, a alguien se le ocurrió que era hasta el atardecer- y, a su aparición le llamaron: ¡ALBA! Y a su desaparición:
¡OCASO!.En su inmensa soledad, ese brillo le quemaba hasta hacerle llorar de dolor; mas sus lágrimas en un torrente casi infinito, bañaban a una distancia casi imperceptible a unos cuerpos que por contraste a él, tenían diversos colores y matices que iban del verde al rojo, al amarillo, al violeta; y le producían una insospechada envidia, tanta, que esto le hacía llorar màs y màs, hasta percatarse que consu llanto estos cuerpos cobraban màs y màs hermosura. Y le llamaron a su llanto: ¡LLUVIA! Y a esas hermosuras:

¡MONTAÑAS Y ÁRBOLES, FLORES Y FRUTOS, MARES Y RÌOS!.

Por su parte y sin que nadie se lo hubiese dicho, era ¡EL REY!, y él lo sabía, claro que lo sabía, solitario sí, pero al fin y al cabo era:

¡EL REY!

... Y es entonces todo tan oscuro, que ella en su soledad no hacía màs quequejarse, también su cuerpo emanaba incandescencia, que le quemaba y le hacía casi imposible soportar aquel ardor que envolvía su cuerpo. Su misión era salir de noche –todas las noches- y alguien dijo que hasta el amanecer; y a su aparición le llamaron ¡CREPÚSCULO! Y su desaparición tenía que ser al:

¡ALBA!

Se sentía tan sola que entonces, y por ser una dama, alguien decidió que tuviese porcompañía muchísimos cuerpecillos brillantes que le servirían de apoyo durante el resto de sus días, perdón, de sus noches.

Eran estos cuerpecillos también de una luz tan intensa, que ella sentía que en vez de compañía le habían impuesto un castigo ya que, estos millones de luces, le quemaban aún may su frágil cuerpo. Ella lloraba y lloraba y sus lágrimas, bañaban el mismo espacio que EL REY,solo que no se veían, ya de noche. Aquellos fragmentos de colores, sino unos minúsculos seres que alguien llamó: ¡AMANTES! y que se abrazaban bajo su luz, debajo de aquellos llamados ÁRBOLES.

Por su parte, y sin que nadie se lo hubiese dicho, era ¡LA REINA! Y ella lo sabía, claro que lo sabía, solitaria sí, pero al fin y al cabo era LA REINA!.

... Y era entonces, que ni el uno ni la otrasabían de sus existencias y nunca lo sabrían, de no ser por alguien que inventó algo llamado: ¡ECLIPSE! Y cuando éste apareció, EL REY y LA REINA se encontraron. Ante la sorpresa, no supieron qué hacer, ambos se encandilaron y fue tan rápido el encuentro, que cuando acabó el eclipse, no les quedó may que un fugaz recuerdo: El conocimiento de saber que no estaban solos y la nostalgia de no haber podidohablar de sus soledades.

... Lo que los Reyes nunca sabrían, es que sus existencias, estuvo signada por alguien que un día dijo:
¡HÁGASE LA LUZ!.

FIN

Ycar. 1991

LAS ANDANZAS DE MARCIAL

No hace falta estar triste, para sentir la tristeza; no hace falta estar feliz, para sentir la felicidad. Esto, era lo que pensaba Marcial al comerse un trozo de pan, el may duro y el ultimo quequedaba en sus sucios y rotos bolsillos; ya que al tiempo que le producía una gran felicidad –sin ser feliz- poder comerse su ultimo trozo de pan, le producía una inmensa tristeza –sin estar triste- no saber cuándo podría comerse el próximo.

Marcial, haciendo poca gala de su nombre –ya que siempre estaba sucio y harapiento- en su marchaba y marchaba, empatando las noches con los días y viceversa,ya que su norte no podía alcanzarlo; su brújula, hacìa ya un tiempo que se habìa roto –exactamente el dìa de su nacimiento- hace unos siete años aproximadamente, porque ni èl mismo sabe cuàntos años tiene.

Su madre, la naturaleza; su padre, el tiempo; sus hermanos, los pocos trapos que llevaba consigo; y su esperanza, la vida. Una tarde, se encuentra Marcial con Jacinta, una anciana indigente...