Cuento
Cuando caminaba por las calles de mi barrio, pasó frente a mí un gato absolutamente negro, me detuve,lo observé detenidamente, lo observé en todo su transcurrir, más allá de tener esa superstición de que todo el día me iría pésimo, lo que quería era que el gato negro esté totalmente alejado. Creo quela malicia se acentúa más en los gatos negros, esos color enigmático y toda esa fama les da ese plus, un turbo a las características que creo poseen. No es igual ver a un gato blanco peludo, que a ungato negro con un pelaje acentuado a su piel, con ojos desbordadamente azules o verdes, más que ternura, ese gato te puede causar temor. El gato pasó con una parsimonia imperial, parece que se sabíadueño de la situación, volteó y me miró, miro a una patita parado estupefacto, expectante y que no tenía ningún plan, él felino también se detuvo, yo pensé que saltaría hacia mí, pero siguió, siguiócon la más grande tranquilidad con el poder de la situación.
Por mi casa, muy a mi pesar han proliferado los gatos y gatas, veo a uno particularmente, que se pasea con un talante de superioridad...
Regístrate para leer el documento completo.