Cuento
Estuvo andando sin parar varios días sin que nada especial le sucediese. Llegó a un bosque y decidió cruzarlo. Bastanteaburrido, se sentó a descansar un rato.
Apenas bajaba el sol, la gente de, el pueblo huía hacia sus viviendas. Las casas estaban separadas
por huertas y cultivos de trigo, y rodeaban la comarcaempinadas montañas, de cimas blancas en
lo alto, y negros bosques más abajo. Las viviendas estaban unidas por angostos senderos, trillados
por el paso de las cabras, y por las noches, por los senderospatrullaban los hombres más fuertes
de, el pueblo, llevando antorchas en las manos, y como armas las herramientas de trabajo.
Las brujas asolaban aquella zona, y sus carcajadas resonaban por lasnoches heladas, niños y
adultos temblaban en sus camas, aullaban los perros elevando sus hocicos hacia el cielo.
En una noche de luna, Juan no conciliaba el sueño, y se ,levantó de el esconditeque tenia espiando luego hacia
afuera, a través de unas cuantas ramas que se formaba entre las maderas que tapiaban desde el árbol que dormía el tenia su casa de árbol
Solamente veía parte delpeloton : la esquina de un trigal, tres casas vecinas, y avanzando lentamente, el resplandor de las antorchas de los vigilantes, y tras todo eso, la silueta de una montaña,
con su cima brillando bajola luna.
Cuando miró hacia el cielo, vio pasar volando a una bruja; iba sentada sobre una silla, y levitaba muy
alto sobre el pelotón . Juan sin miedo se apartó del escondite con espanto, y su...
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