Cuentoo
Julia regresaba brincando de la escuela a si casa. Se encontró con un camión de mudanzas. Un hombre salió cargando una cuchara – pero una cuchara tan grande como una pala.Otro hombre salió cargando un tenedor – pero un tenedor tan grande como una horquilla. Un tercero salió cargando un cuchillo - pero un cuchillo tan grande como una hasta de bandera.
- ¡Dios mío! –dijo Julia -. No quiero ni conocer a esta gente.
Volvió a casa corriendo y se metió debajo de la cama donde se quedó hasta la hora de cenar.
Al día siguiente Julia regresaba brincandode la escuela a su casa. Se encontró con un muchacho donde había estado el camión de mudanzas. EL dijo:
-Hola. Yo me llamo David. ¿Quieres jugar conmigo?
Julia lo miró de pies a cabeza. Lepareció un muchacho de los más normal y se quedó a jugar.
A las cinco una voz llamó:
- Julia… a comer.
- Es mi mamá que me llama – dojo Julia.
Luego alguien llamó:
- Daaaaviiid
-Llama mi papá – dijo David.
Julia saltó del susto, dio tres vueltas en el aire y corrió a su casa. Se encerró en su cuarto hasta la mañana del desayuno.
Al día siguiente Julia volvía a casabrincando cuando vio a David otra vez.
- Hola, Julia. ¿Quieres jugar? – le preguntó.
Julia lo miró de arriba a bajo una y otra vez. Le pareció un muchacho de lo más normal, y se quedó a jugar.Cuando eran casi las cinco, David le dijo:
- Quédate a comer, Julia.
Pero Julia recordó el cuchillo, el tenedor y la cuchara gigantes.
- No sé… - dijo Julia -. No me parece buena idea.Mejor no, mejor me voy. Adiós, adiós.
- ¿Estas segura?, - dijo David – porque hay hamburguesas con queso, batidos de chocolate y ensalada.
- ¡No me digas! – dijo Julia -. Me encantan lashamburguesas con queso. Esta bien. Me quedo.
Entonces fueron a la cocina. Allí había una mesilla, y encima encontraron hamburguesas con queso, batidos y ensalada. Al otro lado de la cocina había una...
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