Cuentos

Esta es la historia de una muda que no nació muda, sino que un buen día no supo qué más decir.
Matilda era una chica a la que le gustaba platicar con todas las personas con las que tenía oportunidady así aprender de todo lo que le contaban. Lo mismo hablaba que escuchaba, aunque lo que le gustaba más era hablar. Era una persona que siempre era escuchada porque todos sabían que tenía algo buenoque decir.
Conversaba y debatía con toda persona que encontraba a su paso desde obreros y campesinos, licenciados e ingenieros, e incluso sí podía, con importantes figuras de la vida social ycultural del mundo entero pues hablaba varios idiomas. Todo esto sólo porque pensaba que cada persona tenía algo importante que aportar a su acervo personal, era como si tomará un pequeño pedazo de vida decada persona que iba conociendo. Era una coleccionista de conversaciones. Su vida transcurría entre viajes y charlas.
Llegó a ser tan conocida por tanta gente que ya hasta le pedían citas para quese tomara el tiempo de entablar una conversación con ellos.
Cierto día de marzo, llegó a ella una solicitud de una persona que era la más vieja del mundo, tenía 125 años de vida, Matilda creyó que alser una persona tan anciana y con tantas experiencia en su vida qué no le contaría y qué no aprendería de él; se dispuso a aceptar cuanto antes la solicitud de aquel anciano.
Matilda estaba muynerviosa por la magnitud del evento que se aproximaba, pero eso no impidió que estuviera a la expectativa de todo lo que se enteraría y cuánto podría platicar con éste hombre. Ella compartiría sus puntosde vista de todos los temas de los que el hombre hablara y demostaría su gran elocuencia y su habilidad de discutir sobre los más variados temas. Pero no por esto sería una plática aburrida, sinotodo lo contrario.
Llegó el día destinado a la conversación y había una fila de medios internacionales que llegaron a cubrir la que sería la plática más interesante de todas en las que se sabía que...