Dario fo
LOS PINTORES NO TIENEN RECUERDOS
(FARSA PARA CLOWN)
PERSONAJES:
VIUDA
PINTOR
JEFE
SEÑOR
ANA
DAINA
SONIA
MANIQUÍ (JORGE)
Un salón de estilo indefinido, atiborrado de los objetos más dispares en gusto y forma; cortinas y cuadros, fotos de familiares de aspecto mortecino y anónimo; a un lado, bien visible, sentado en una butaca, un maniquí de cera de un hombre con bigote,gafas, cejas espesas y porte imponente. Llaman a la puerta; una mujer de unos treinta años, vestida de modo austero y algo anticuado, sale por una puerta lateral, se detiene un instante a observar la sala, coloca algún objeto. Se acerca al maniquí, lo contempla con amor, lo acaricia, y luego se dirige hacia la puerta de la derecha y la abre.
VIUDA: Voy, voy. ¿Quién es? (Abre.)
PINTOR: (Entrallevando a hombros una escalera de la que sólo vemos un tramo, el resto prosigue fuera de escena.) El pintor, señora... es aquí donde teníamos que venir, ¿no?
VIUDA: La verdad, yo no esperaba pintores, sino tapiceros.
PINTOR: ¿Para qué?
VIUDA: ¿Cómo que para qué? Pero, oiga, usted también es tapicero, ¿no?
PINTOR: Yo no lo sé... Tiene que preguntárselo al jefe.
VIUDA: Está bien... ¿Dónde está sujefe?
PINTOR: Ya viene... espere aquí, que ahora llega. Con permiso, con permiso. (Así diciendo avanza por el salón tirando de la escalera y desaparece por la puerta opuesta, hasta que del otro extremo de la larga escalera aparece colgado otro pintor.)
VIUDA: ¡Oh, por fin! Ese señor que... está en la otra punta de la escalera me ha dicho que... ¿Es usted el jefe?
JEFE: Sí, soy el jefe.
VIUDA:¿Ustedes son también tapiceros?
JEFE: Apuesto a que ese sinvergüenza le ha dicho que no.
VIUDA: No... me ha dicho que...
JEFE: ¿Ah, sí?
VIUDA: No, no me ha dicho... ni que sí ni que no...
JEFE: Pues es que sí... sujete un momento la escalera, que tengo que decirle un par de cosas... (Al decir esto obliga a la mujer a colocarse en su lugar, y haciendo correr la escalera la hace salir por lapuerta de entrada, hasta que reaparece el otro pintor.)
VIUDA: Oiga, pero qué hace... por favor, yo nunca he llevado una escalera.
JEFE: No es difícil. Por supuesto no hay que pensar que es una escalera. Si no, se dice en seguida: «Caramba, cómo pesan estas escaleras».
PINTOR: (Entrando.) ¿Me has llamado?
JEFE: (Lo agarra de la solapa.) ¿Qué le has ido contando a la señora?
PINTOR: Pero si nole he contado nada... me ha preguntado si éramos también tapiceros... y yo no sabía qué contestar...
JEFE: Ah, no sabías... cuántas veces te tengo que decir que cualquier trabajo que te pidan tienes que contestar que sí... que sabemos hacerlo...
PINTOR: Pero tapiceros... si no sabemos...
JEFE: Ah, ¿y pintar sí?... ¡Qué cara tienes!... Y además, digo yo, para una vez en toda la semana que damoscon una insensata que nos llama... tú vas y pones pegas: ¡no sé, a lo mejor, veremos, quién sabe!
PINTOR: Vale, vale... no te enfades... le diré que sí... ¿dónde está la señora?
JEFE: En la otra punta de la escalera.
PINTOR: Ah... toma, ahora mismo hablo con ella.
La misma escena de antes, al revés.
JEFE: ¡Sí, pero espabila y no metas más la pata!
PINTOR: (A la señora, que estáentrando.) Bienvenida... Acabo de hablar con mi jefe... ha dicho que sí.
VIUDA: Me alegro... ¿pero no cree que es mejor que la sujete usted? (Le pasa la escalera.)
PINTOR: Ah... sí... es mejor... perdone.
VIUDA: Pues en vista de que son también tapiceros... hay que descolgar esas dos cortinas y sustituirlas por otras que le voy a enseñar... todavía están en la pieza, pero... ¿ustedes saben cortarlas?PINTOR: Pues claro... nosotros sabemos de todo... de todo...
VIUDA: Bien... pero, oiga, esta escalera... me parece un poco larga... ¿cabrá aquí dentro?
PINTOR: Pues... si acaso la cortamos... pero creo que de través cabe.
VIUDA: Claro, ustedes saben más de estas cosas. Comprenda que soy una mujer.
PINTOR: Ja, ja, ja! (Ríe.) Ya me había dado cuenta... por el collar.
VIUDA: Por cierto... el...
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