Decalogo Del Criminologo

La deontología criminológica
Este trabajo, dedicado específicamente a quienes incursionan en la Criminología, pretende brindar ayuda para situarse en el terreno de la ética, haciendo hincapié que dado que el ser humano es siempre tierra fértil susceptible de ser sembrada con la mejor semilla, podemos entrar dócilmente y con humildad, a aceptar que como humanos somos falibles. Aceptaciónque de ninguna manera debe traducirse en conformismo, de ahí que devenga en excepcionalmente importante el tratamiento de la ética en el criminólogo desde la perspectiva del Derecho Penal.
En paráfrasis de Ángel Osorio podemos decir que urge reivindicar el concepto de Criminólogo, sabemos que no es la Criminología una consagración académica, sino una concreción profesional, por la sencillarazón de que en las profesiones la ciencia no es más que un ingrediente, junto a él operan la conciencia, el hábito, la educación, el engranaje de la vida, el ojo clínico, y más, elementos todos, que englobados integran un hombre, el cual precisamente por su oficio se distingue de los demás.
Podremos obtener las más altas calificaciones y honores que da la obtención de un título delicenciatura, Maestría o Doctorado, pero aquel que no conoce las pasiones, y no sabe atisbarlas, toda su ciencia resultaría inútil para ejercer la Criminología.
Evocando a la Maestra Jaqueline Zapata Martínez en su libro Poíesis[1] Educativa: “Aprender es no ocultar la necesidad de permanente decisión y elección propias. Por eso, aprender no es rendir cuentas en un examen, no es reproducir oreestructurar conocimientos, no es restituir o reconstruir lo dado sino que es re-escribirlo, recrearlo y proseguir con un nuevo trazo. Aprender es pensar, crear, es inventar nuevas posibilidades, nuevas opciones –compartiémdolas.
Aprender es pasión de vivir, porque es –como bien dijera M. Foucault, G Deleuze a Gabilondo- ganar espacios en los que si cabe residir, respirar, apoyarse, luchar, ensuma, pensar; estado móvil, inestable en el que prácticamente es ya, sin más, uno mismo, sino que se es un arte de vivir, una práctica de cuidado de si –y de los demás.[2]

Esto es lo que se pretende del profesional Criminólogo, que haga de su ciencia un arte que no reduzca sus conocimientos académicos a un “Prosaicismo racional”, lleno de teorías [Criminólogicas Métodos de investigación,Síntesis, etc..]. pero borra la posibilidad de aprender a ser, de aprender a vivir. La [Criminología] prosaica quiebra la esperanza. Todos los seres humanos [como miembros de una sociedad cambiante, llena de diversidad de conductas entre ellas las antisociales, tienen derecho a obtener una explicación causal-explicativa, natural y cultural de éstas conductas “las antisociales”, que atañen alconglomerado social]. Pero, ¿a que explicación? ¿cuál saber criminológico corresponde a la dignidad humana?. [3]
Los profesionales no se hacen con el título, sino con la disposición psicológica, adquiridas a costa de vivencias, triunfos y fracasos.
No es médico el que domina la fisiología, la patología, la terapéutica y la investigación química y bacteriológica, sino el que, con esa culturacomo herramienta, aporta a la cabecera del enfermo caudales de precisión, de experiencia, de cautela, de paciencia, de abnegación.[4]
Así el Criminólogo se prepara para conocer cómo se origina la criminalidad, cuáles son las leyes generales de su aprendizaje evolutivo, cuales sus requisitos experimentales, como se relacionan la criminología y el derecho penal, la prevención científica, etc., sindejar de abrazar todo lo relativo al panorama criminológico general. En fin una serie de conocimientos científicos, pero, sin olvidar que seremos protagonistas de la libertad, la seguridad, justicia y bienestar. Que no será la percepción subjetiva o el sentimiento quien recoja las normas morales y oriente la conducta sino el ejercicio cotidiano de los más importantes valores morales identificados...