Democracia participativa

HACIA LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y LA CONSTRUCCIÓN DE UNA CIUDADANÍA PLENA.
Manuel García Urrutia M.
ANTECEDENTES.
Es ya común decir que a los buenos gobiernos los hacen buenos ciudadanos. Es decir, que es la educación y la cultura de la participación y la corresponsabilidad lo que hace posible tener gobernantes honestos, comprometidos y eficientes. Si la sociedad está esperando siempre queen cada coyuntura electoral aparezca, como por arte de magia, un mesías que trasforme todo y resuelva todos los problemas de inmediato, se corre el riesgo de propiciar gobiernos autoritarios, paternalistas, iluminados, donde sólo su verdad y su visión de la realidad, impere. Ya no es posible seguir alentando esa esperanza y es mejor apostar a construir, aunque tarde más, ciudadanos preparados quesean exigentes y críticos con sus gobernantes, pero también propositivos y responsables, si queremos una sociedad mejor.
Hoy nuestro sistema político está en crisis. No es necesario abundar en sus manifestaciones ya que son del todo conocidas: la apatía y el abstencionismo electoral con la consecuente merma de legitimidad de nuestros representantes populares; el bajo nivel de credibilidad socialen la clase política y la mayoría de las instituciones de gobierno; la partidocracia que domina nuestra incipiente democracia y anula la participación ciudadana independiente; la ausencia de transparencia y la opacidad en el desempeño de la función pública; la ineficiencia y burocracia que domina la gestión gubernamental, que no le permite procesar de manera expedita y justa las demandaspopulares; la indiferencia y el alejamiento de las políticas públicas, que obedecen a intereses externos, y también de los partidos ante las necesidades de la gente, son sólo muestras de esa tensión que se genera entre la necesidad de avanzar, de construir algo nuevo y mejor y las resistencia al cambio y las intenciones regresivas de voces conservadoras y autoritarias, disfrazadas con vestimentasliberales.
A estas alturas del partido no es creíble que aún exista alguien que no reconozca que la democracia representativa está en crisis y, por tanto, que se requiera reforzar, su desempeño, con mecanismos que le devuelvan legitimidad y cercanía frente a la sociedad. De eso trata la incorporación de formas inherentes a la democracia directa, plasmadas en regulaciones relativas a la participaciónciudadana, que complementen el trabajo de los gobernantes, llámense senadores, diputados, presidentes municipales, gobernadores estatales y presidente de la república.
Sin embargo, algunos políticos, intelectuales, juristas y académicos no están del todo convencidos en la utilidad práctica de esos mecanismos de consulta y control ciudadano, que fueron diseñados en tiempos pasados para poblaciones nomayores a cinco mil habitantes, y lo ven como una amenaza a la gobernabilidad. A pesar de ello, ya existen legislaciones en varios estados del país que contienen y regulan las figuras del referéndum, el plebiscito, la iniciativa popular, la revocación de mandato, la audiencia pública, la asamblea popular, los consejos comunitarios y consultivos, las contralorías ciudadanas, la colaboracióncomunitaria, etc., además de existir experiencias, como los presupuestos participativos y los comités de planeación, que involucran directamente a los ciudadanos en la decisión sobre las prioridades a que debe destinarse un porcentaje del gasto público.
En el caso de Michoacán existen, a nivel constitucional, reconocidas las figuras del referéndum, el plebiscito y la iniciativa popular. Por tanto, ladiscusión sobre su pertinencia es ociosa y está rebasada. Es ahora obligación del Poder Legislativo regularlas.
JUSTIFICACIÓN.
Adicionalmente, a la crisis de la democracia representativa, a la obligación legal del Congreso a regular las modalidades de democracia directa reconocidas en la Constitución, existen tres factores más que justifican la necesidad de una ley de participación ciudadana,...