Depresión

La depresión es humillante. Convierte inteligentes y buenas personas en zombis que no pueden lavar un plato o cambiar sus calcetines. Afecta a la capacidad de pensar con claridad, de sentir algo, deatribuir valor a tus hijos, a tus pasiones de toda la vida, a tu relativa buena fortuna. Te quita tu habilidad normal y saludable para hacer frente a los días malos y las malas noticias, y loreemplaza con un lodo irreconocible que no encuentra placer, encanto, o ningún punto en nada fuera de la cama. Alejas a tus amigos porque no puedes comportarte socialmente, arriesgas tu trabajo porque nopuedes concentrarte, vives en una miseria moderada porque no tienes energía para levantarte, y mucho menos sacar la basura. Te vuelves patético y lo sabes. Y no tienes capacidad para parar la caída haciaabajo. No tienes perspectiva, ni reservas emocionales, ninguna fe en que va a mejorar. Así que te sientes culpable y avergonzado de tu incapacidad para hacer frente a la vida como un ser humanonormal, lo que agrava la depresión y el aislamiento. Si nunca has estado deprimido, agradécele a tu buena estrella y haz retroceder a las personas que toman una pastilla para poder hacer contacto visualcon el cajero de la tienda del supermercado. Nadie en el mundo elegiría la pesadilla de la depresión sobre una vida normal medianamente turbulenta. No es la incapacidad de hacer frente al día a díacotidiano en el mundo moderno. Es una incapacidad para funcionar. En absoluto. Si tú y tus seres queridos se han librado, toda bendición para ti. Si la depresión ha echado raíces en ti o tus seresqueridos, toda bendición para ti, también. Nadie lo elige. Nadie se lo merece. Se ejecuta en las familias, arruina familias. No te puedes imaginar lo que se necesita para aparentar normalidad, parapresentarse a trabajar, para hacer una cita con el dentista, para pagar las facturas, para pasear a tu perro, para devolver libros de la biblioteca a tiempo, para mantener suficiente papel higiénico en la...