Derecho Penitenciario

FORMA DE VIDA EN LAS CARCELES.
Cárceles: una sombría realidad Un reciente informe sobre el problema de las cárceles, realizado por la asociación civil Unidos por la Justicia, reveló una serie de datos escalofriantes. Del total de la población de las cárceles federales, sólo el 44% recibió condena.
El hacinamiento que allí se padece es consecuencia de la creciente superpoblación que padece elsistema carcelario federal, que cuenta con 8376 plazas disponibles y aloja, sin embargo, a 9231 detenidos. Esas cifras fueron las que se registraron a la fecha de realización del estudio, pero los números se modifican a diario y, lo que es peor aún, la población penal crece a un ritmo del 9 y 11% anual.
El problema de la superpoblación es de extremada gravedad: se registra un faltante aproximadode 15.000 plazas, correspondientes a personas detenidas en comisarías o dependencias de otras fuerzas de seguridad. Por el grado de hacinamiento y por las carencias que suelen observarse en los lugares de detención, resulta virtualmente imposible garantizar el cumplimiento de la misión más importante que tienen las cárceles: la rehabilitación de los detenidos. Al contrario, lo que allí se generaes un sistema de progresiva destrucción de valores, en un contexto de violencia que origina frecuentes conflictos de convivencia, revueltas, motines, peleas y fugas.
En ese contexto, difícilmente puede esperarse que de esas cárceles salgan personas rehabilitadas y aptas para reinsertarse nuevamente en la sociedad. Egresarán, por el contrario, delincuentes perfeccionados por la convivencia conavezados maleantes o con seres humanos resentidos y amargados, producto de las miserables condiciones y de los repudiables vejámenes a que son sometidos. Sin embargo, éstos no son los únicos problemas que se deben enfrentar desde el Servicio Penitenciario Federal (SPF). De acuerdo con el informe de Unidos por la Justicia, el sida afecta a poco más del 7% de la población carcelaria, por lo que sesupera el índice que se registra en las cárceles federales de los Estados Unidos. Esa enfermedad constituye una de las causas frecuentes de muertes en las cárceles.
En relación con el presupuesto, cada preso del SPF le cuesta al Estado 3361 pesos por mes, si se considera que el presupuesto anual de la institución es de 372 385.018 pesos y la cantidad de detenidos suma 9231. En cuanto a las condenas,los datos oficiales más actualizados indican que, de 9347 detenidos, 5185 están procesados y 4162, condenados. El SPF cuenta con 8120 agentes, lo que establece una relación penitenciario-detenido cercana al 1 por 1, aunque si se considera el número de agentes que prestan servicio efectivo en las unidades penitenciarias la relación baja a 1 por 0,4. Ello demuestra -según el informe- que parte delpersonal se dedica a tareas administrativas fuera de las cárceles. El tema de las drogas tampoco es ajeno al drama carcelario. De acuerdo con un trabajo de la Secretaría de Conductas Adictivas y Uso Indebido de Drogas del Servicio Penitenciario de la provincia de Buenos Aires, el 55%de los presos en las cárceles bonaerenses consumió drogas antes de su detención; el 97,7% eran varones; el 73,1%tenía entre 21 y 35 años, y casi la totalidad -el 99,1%- eran argentinos. El 74,4% dijo que consumía marihuana; el 58,6% cocaína y el 53,1%, alcohol. El 86,8% manifestó haberse iniciado entre los 10 y 20 años y el 65,8% no habían pasado por institutos de menores, en tanto el 47,9% ya había estado preso con anterioridad. Lo sorprendente del estudio fue que el 41,8% consideró que el consumo de drogashabía tenido que ver con la pérdida de su libertad. La existencia de drogas en las cárceles corrobora, por un lado, la evidente relación entre el consumo de sustancias estupefacientes y el delito; por el otro, confirma la existencia de un tráfico encubierto que posibilita que los detenidos sigan consumiendo drogas
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