Derecho

Muerte Natural Repentina.

Por el Prof. E. Schulz catedrático extraordinario de Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Wurtzburgo, República Federal de Alemania.

No es de extrañar, por cierto, que el forense haya de dictaminar la muerte repentina más a menudo que el patólogo. Pero ahí es automático pensar que el deseo de causa violenta de (hoy ante todo, en la sucesión deaccidentes de tráfico con desenlace fatal). El autor de una serie aún le quedará bastante por decirnos al respecto; por ejemplo acerca de su propia observación de que si hay menos muertos en accidentes de auto, sin duda por la obligatoriedad de los cinturones, los que se matan en la motocicleta han aumentado en medida comparable. No vamos a perder de vista temática tan actual e importante para el médicopráctico como la de la “limitación de velocidad”, “la enfermedad y el tráfico”, “el comportamiento al volante”.

Más hoy trataremos de ese repentino arrancamiento de la vida sin que medie violencia externa, con el que sorprendentemente se ha confrontado el forense más a menudo que su colega el anatomo-patólogo. La razón parece clara, pero leyendo el artículo que sigue nos acordamos del términoobducción (obducere= presentar, abrir; obducito= encubrimiento). Menos nos irrita ese incierto porcentaje menor de muertes no aclaradas que el eterno enigma de la muerte en sí. “Repentino” se considera casi sinónimo de inesperado, brusco, inexplicable. Uno cree estar leyendo esquelas mortuorias; solo que en ellas suele acompañar a “repentino e inesperado” el adjetivo “trágico”. Jamás aprenderemosdel todo estos aspectos humanos, ya que las explicaciones solas permiten seguir racionalizando. Pero en materia opinable si los fallecimientos de improviso aquí documentados y descritos por un experto tienen cualidades más trágicas que la extinción de una vida por violencia externa. Y por último, el lento declinar comporta a veces tanto sufrimiento, y hay tanta tragedia en el final irrevocablede la constelación global de un ser humano que actuara con responsabilidad, que aquí, medir, o ponderar quizás fuese desmesurado.

No sé si ha de clasificarse de trágica la muerte natural repentina. En cambio, creo que se debe contar o volver a contar con lo “inesperado”, que se debe esperar la muerte –ajena o propia- en cualquier momento. “Repentino” bien puede significar brusco o incluso“inexplicable”, pero no tendría que seguir siendo “inesperado”.

Wolfgang Kolditz.

Una niña de quince años falleció de repente en su domicilio. Según los familiares, sólo unos breves trastornos abdominales no característicos habían precedido al deseo inesperado. En la indagación policial, esas circunstancias despertaron sospechas de interrupción ilegal de un embarazo con complicaciones letales.Resultado importante de la autopsia ordenada por el juez, ruptura de bazo (peso del órgano: 350g). 1.600 ml de sangre en la cavidad abdominal. Tumefacción general de las glándulas linfáticas. Histología: linfogranulomatosis. Causa de la muerte: desangramiento, ruptura del bazo por lifogranulomatosis.

Este caso es insólito y típico a la vez. Ilustra los problemas medicolegales de lamuerte repentina en edades en que no se espera tal cosa como suceso natural. El óbito, que se produce de golpe y en condiciones de plenitud física, tiene que resultar aquí inexplicable, haciendo pensar en intervención ajena. Es ésta la razón de que el forense vea y enjuicie casos agudos de defunción natural con mayor frecuencia que el patólogo.

Al médico encargado de la necropsia, tales decesos laparecerán por de pronto enigmáticos o sospechosos de violencia. Por de pronto quiere decir hasta la obducción y quizás otros exámenes demuestren que la muerte fue natural. Las circunstancias del descubrimiento del cadáver, un modo de vida singular del difunto ciertos hallazgos con motivo de la inspección externa o la total ausencia de indicios de enfermedad preexistente justificarán la...