Descartes

Descartes: A propósito de la cuarta meditación - Material de cátedra


La cuarta meditación puede ser considerada como un ensayo de teodicea. Dios no puede ser engañador ya que en cada caso de engaño se encuentra alguna imperfección. El deseo de engañar es una evidencia de malicia que no puede aplicarse a Dios. Parece una contradicción lógica considerando a Dios como pura perfección quesea engañador, engañar a otros está considerado como algo negativo. Así Dios tendría en sí mismo algo negativo y defectuoso pero Dios es pura positividad por lo tanto Dios no es engañador. Pero aún permanece el hecho de que con frecuencia nos equivocamos y esto enfrenta a Descartes con un problema que es como el problema tradicional del mal. La cuestión ahora es como conciliar el carácterbondadoso, perfecto y no engañador de Dios con nuestros propios engaños. Como yo me engaño debo demostrar que ese engaño me corresponde a mí y no a Dios. Hay que conciliar el hecho de que yo me engaño con el carácter no engañador de Dios. Si Dios es bueno y el creador omnipotente de todo, parece disparatado que deba haber maldad en el mundo; de manera similar si Dios es bueno y la fuente de laverdad, parece extraño que deba haber error. Una forma común de lidiar con el problema del mal fue poner la culpa en el ejercicio de la voluntad libre del hombre y Descartes hace el mismo recorrido al explicar el error. El error humano no se debe al intelecto con que Dios nos ha dotado, ya que este aunque finito es un instrumento confiable para llegar a la verdad. Más bien la fuente del errordescansa en nuestra voluntad cuyo alcance es más amplio que el del intelecto, este irrestricto alcance de la voluntad significa que podemos dar nuestro asentimiento a una proposición aunque el intelecto pueda no haberla percibido claramente. La regla para evitar el error sería entonces: cada vez que tengo que hacer un juicio restringir mi voluntad, de modo que esta se extienda a aquello que elintelecto clara y distintamente manifiesta. Según Descartes restringir nuestro juicio a la esfera de la pura matemática es una estrategia confiable para evitar el error. ¿De dónde se derivan mis errores? Se pregunta. La respuesta que da es la siguiente: Soy el término medio entre Dios y la nada. Justifica el error como negación (carencia de una perfección que no me es debida) porque somos imperfectospor estar entre el ser perfecto que es Dios y la nada. Al crearme finito Dios es la causa del error como negación (carencia de perfección). La causa es o bien la participación intermedia entre el ser y la nada o en definitiva Dios como creador de lo finito. Dios es causa del error pero como negación. El error en tanto es un defecto, se explica porque mi capacidad de pensar es limitada oparticipa de la nada. Me equivoco en tanto no pienso. Sin embargo el error no es solamente una negación sino una privación. No sólo consiste en que mi pensamiento tiene límites, sino en que no pienso algo que podría y debería pensar. Tenemos dos facultades: entendimiento y voluntad y el juicio es un intermedio entre las dos. Formalmente mi voluntad y la de Dios son iguales pero la de Dios seextiende a más objetos y se une con un entendimiento infinito y una potencia infinita y ahí resulta más perfecta. El juicio aparece relacionado con el error como intermedio entre las dos facultades que son el entendimiento finito y la voluntad infinita. Entonces mi voluntad o libre arbitrio es en sí mismo, a diferencia del entendimiento, una facultad infinita tanto en mí como en Dios. El errorprocede de que siendo la voluntad más amplia que el entendimiento, se extiende a cosas que no entiendo y en vez de la verdad elige el error. La privación que constituye la esencia o forma del error reside en el mal uso que hago del libre arbitrio. Esta privación procede de mí.
A partir de la explicación del error como privación, surgen dos nociones de libertad de la cual una es un grado mínimo y...