Descartes

Páginas: 22 (5380 palabras) Publicado: 8 de enero de 2014
Historia de la filosofía de los S. XVII-XVIII
Dios. Descartes, Pascal y Spinoza
Segundo examen de periodo


I. Descartes
En El discurso del método, René Descartes obtiene la primera certeza fundamental: la conciencia de sí mismo. Esta intuición, y no conclusión, se convierte en el punto de partida para su reconstrucción de la realidad: “(…) y viendo que esta verdad: pienso, luegoexisto era tan firme y tan segura que nadie podría quebrantar su evidencia, la recibí sin escrúpulo alguno como el primer principio de la filosofía que buscaba”1. El “yo”, sin embargo, es lugar de varias ideas, y no es seguro, como comenta Giovanni Reale, que se le pueda tomar como punto de partida?2 Y es que, ¿realmente se puede salir de la conciencia para hablar del mundo exterior? No está claro queestas ideas, entendidas como presencias reales ante la conciencia, posean un carácter objetivo, en el sentido de que representen un objeto.
Las ideas, según recordamos, se dividen en tres clases: a) ideas innatas, las que nacen junto a mi conciencia; b) ideas adventicias, las que me llegan desde afuera y se refieren a cosas por completo distintas de mí; c) ideas artificiales, las que sonconstruidas por mí mismo. Las tres clases de ideas, ahora bien, no difieren entre sí sino por su contenido, porque todas ellas son actos mentales de los que se posee una percepción inmediata. Como hemos visto, las ideas adventicias son las que constituyen ciertamente un problema. ¿Qué, o más bien quién, garantiza, en fin, tal objetividad? Pues, las ideas artificiales no son ningún problema. Ladificultad reside en las otras dos. Pero aun si respondiéramos que la garantía de las ideas son la claridad y la distinción, ¿qué ocurriría si las facultades sensibles nos engañaran? Peor aún, ¿si la actividad cogitativa depende de la percepción y la memoria qué la garantiza? Descartes resuelve la aporía apelando a la existencia funcional de Dios.
a) Prueba de Dios por medio de las ideas innatas
Lafilosofía, en cualquier momento, pretende partir de discusiones indiscutibles, o que lo parezcan. Una de ellas es que todos tienen la idea innata de Dios, como sustancia infinita, eterna, inmutable, independiente y omnisciente. Descartes, en sus Meditaciones metafísicas se pregunta si no habría que considerarla subjetiva y objetivamente. Esto, por cierto, supone un cambio más o menos radical en lamanera de hacer metafísica, porque ésta ya no se plantea desde el mundo, sino desde la conciencia3.En este punto, Descartes, supone un principio: hay tanta realidad en la causa como en el efecto; de modo que la impresión en la conciencia debe ser equivalente a la de su causante, es decir, Dios. Con toda sensatez, Descartes niega que el hombre pueda ser el autor de esta idea, porque es finito.Además, con todo, ¿si el propio hombre se hubiera dado la idea de perfección no se habría producido él mismo perfecto e ilimitado? En otras palabras, lo que Descartes querrá decir es que el ateo se considera productor de sí mismo. En seguida, Descartes formula la prueba ontológica de Dios. Asume Descartes que la existencia es parte integrante de la esencia, por lo cual no es posible tener la idea deDios sin admitir al mismo tiempo su existencia, como si fuera una montaña sin valle. En otras palabras, la existencia es una perfección, y si Dios es perfecto, debería de existir. Recurriendo a una analogía, en Meditaciones metafísicas, se sostiene que la idea de Dios es como la marca del artesano sobre su obra. En el supuesto de que esto sea así, ¿nuestras facultades no deberían ser por lo menosconfiables?

Sea como sea, Descartes aprovecha esta postura para sugerir que el hombre, por tener la marca divina, es capaz de conocer la verdad y la inmutabilidad de sus leyes. Esto precisamente le sirve para desechar el argumento del genio maligno. Como Dios es sumamente perfecto, no puede mentir.Dios, entonces, no sólo es garantía, sino quien nos espolea a conocer. El problema de la...
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