Descentralización en colombia
LA DESCENTRALIZACIÓN EN COLOMBIA: TRAYECTORIA, REALIDADES Y RETOS
Fabio E. Velásquez C.
La trayectoria La descentralización político‐administrativa del Estado colombiano ha sido una de las reformas más importantes del último medio siglo en el país. Surgió a mediados de la década del ochenta del siglo pasado en el marco de la Constitución de 1886, lo que le dio mayor relevancia por ser esa una Constitución de clara estirpe centralista2. Con la expedición de la Constitución de 1991, la descentralización ganó mayor alcance y profundidad, esta vez en un marco de principios políticos diferentes, los del Estado Social de Derecho y de la democracia participativa. La descentralización se convirtió así en uno de los principios constitutivos de la organización del Estado colombiano. La reforma, que fortaleció política, administrativa y financieramente a las entidades territoriales, especialmente a los municipios, fue una respuesta de la dirigencia política a problemas del país aún no resueltos hace un cuarto de siglo, entre ellos la pobreza y las crecientes desigualdades sociales y territoriales, el centralismo en la toma de decisiones, el autoritarismo, el clientelismo y la exclusión política de corrientes diferentes a los partidos tradicionales. Fue un proceso político‐administrativo que otorgó autonomía a las autoridades territoriales, en el marco del carácter unitario del Estado colombiano, les devolvió competencias y recursos para atender más eficazmente las demandas de la población e institucionalizó mecanismos de participación ciudadana en la gestión pública. La descentralización fue concebida entonces como un instrumento de apertura política3 en tanto abrió las puertas (elección de alcaldes y gobernadores, creación de espacios y
Sociólogo. Director de la Unidad Ejecutora de Programas de la Fundación Foro Nacional por Colombia y docente de la Universidad Nacional (Maestría en Ordenamiento Urbano‐Regional). 2 La Constitución de 1886 definió la arquitectura del Estado colombiano a partir del principio de centralización política y descentralización administrativa. Ello significaba concentración del poder de decisión en el Estado central y, particularmente en el gobierno nacional, acciones e inversiones directas de este último en el territorio y definición de los departamentos y municipios como entes administrativos sin autonomía política, encargados de operar las políticas nacionales y de canalizar los recursos provenientes del gobierno central. 3 Ese fue el signo más visible de la descentralización en sus inicios, lo que no significa que otras lógicas no hayan estado presentes en esa coyuntura, por ejemplo, racionalidades de tipo neo‐liberal que ya tenían acogida en ciertos sectores de la burocracia del Estado y en algunos segmentos políticos.
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mecanismos de participación) para que las colectividades territoriales (gobiernos y ciudadanía) pudieran tomar decisiones sobre el desarrollo de su territorio. Por su alcance, la descentralización creó una gran expectativa entre dirigentes sociales y políticos de las regiones, especialmente en aquellas que no solían recibir el beneficio de la acción del Estado central, pues constituía una oportunidad para decidir de manera autónoma sobre aquellos asuntos que afectaban directamente sus condiciones de vida, especialmente en materia social y de infraestructura local. Ese énfasis en la apertura política fue, sin embargo, cediendo lugar en los años 90 a la idea de la descentralización como instrumento de apertura económica, como herramienta para fortalecer el modelo de apertura de los mercados que impulsó el gobierno del presidente ...
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