Desesperacion
Esta intimidad de todo pensamiento cristiano con la vida (en contraste con las distancias que guarda la especulación), o aun, este aspecto ético del cristianismo,precisamente, implica que se edifica; y una separación radical, una diferencia de na¬turaleza distingue una exposición de este género, cualquiera sea su rigor, de aquella especie de especulación quepretende ser «imparcial», y cuyo sedicente heroísmo sublime, lejos de serlo de verdad, es por el contrario, para el cristiano, sólo una manera inhumana de curiosidad. Atreverse a ser enteramente unomismo, atreverse a realizar un individuo, no tal o cual, sino éste, aislado ante Dios, sólo en la inmensidad de su esfuerzo y de su responsabilidad, tal es el heroísmo cristiano y, reconozcamos su rarezaprobable. ¿Pero acaso encuéntrase en el hecho de en¬gañarse encerrándose en la humanidad pura o en jugar a quién se asombrará ante la historia universal? Todo conocimiento cristiano, por estricta quesea por lo demás su forma, es y debe ser inquietud; pero esta inquietud misma edifica. Es inquietud es el verdadero comportamiento con respecto a la vida, con respecto a nuestra realidad personal y,...
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