Did ctica magna

Didáctica magna
Capítulo VII La formación del hombre se hace muy fácilmente en la primera edad, y no puede hacerse sino en ésta
En este capitulo, al incio se hace la comparación de un hombre con unarbol, en el sentido que ambos crecen sivestremente sin ayuda de nada pero que sus frutos pueden no ser buenos como los de una lanta que cuidaban y se estaba al pendiente de ella.
Marca también 6afirmciones en cuanto a los hombres:
La incertidumbre de la vida presente, de la que sólo sabemos de un modo cierto que hemos de salir, pero el dónde y cuándo es desconocido. La vida ha de pasarse, noaprendiendo, sino operando. Es conveniente comenzar a instruirnos para las acciones de la vida, no sea que nos veamos forzados a decaer antes de haber aprendido a obrar
Los hombres deben reservar sussentidos para la contemplación de las cosas, lo cual tiene mucho que conocer, experimentar y conseguir cerebro está húmedo y blando en la edad pueril, dispuesto a recoger todas las impresiones; y poco apoco se reseca y endurece hasta el punto de que la experiencia testifica que de un modo más difícil se impriman o esculpan en él las cosas
El que pretenda ser buen escribiente, pintor, sastre,artesano, músico,
etc., debe dedicarse al arte en la primera edad, durante la cual la imaginación es ágil y los dedos flexibles; de otra manera jamás llegará a serlo. El que ha de hacer grandes adelantos enel estudio de la sabiduría debe dedicar a ello sus sentidos en la niñez, durante la cual hay mayor ardor, ingenio rápido, memoria tenaz.
Únicamente es sólido y estable lo que la primera edad asimila.En el hombre, las primeras impresiones de tal manera se fijan que casi es un milagro que puedan modificarse, y es convenientísimo dirigirlas desde la primera edad hacia las verdaderas normas de lasabiduría.
Finalmente, es asunto en extremo peligroso no imbuir en el hombre los sanos preceptos de la vida desde la misma cuna. Porque el alma del hombre, en cuanto los sentidos exteriores empiezan a...