Dios defiende a los pobres

DIOS DEFIENDE A LOS POBRES....
y los profetas son sus mediadores

Sobre las huellas del Éxodo

¡Cuánto trabajo cuesta meterse en la cabeza que la defensa de los pobres tiene que ver con los planes de Dios sobre la historia de los hombres! La tendencia es a disociar lo que Dios ha unido para siempre. Y desde el momento mismo de la fundación de su pueblo, Dios unió su voluntad a laliberación. Con ocasión del Éxodo, jugó fuerte contra el faraón, apostando por aquel grupo de esclavos hebreos, oprimidos y sometidos al capricho del poder de un hombre endiosado.

Suenan a implicación decidida por parte de Dios las conmovedoras afirmaciones de Ex 3, con las que se inicia la historia del pueblo de Dios: he visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído el clamor que le arrancan susopresores, y he conocido sus angustias. Voy a bajar para liberarlos del poder de los egipcios (vv.7-8) ¿Qué pasa aquí? ¿Se trata de un intervencionismo de Dios? ¿Es que Dios actúa “en directo” en la gesta liberadora? Así podríamos pensar, incluso añorando que Dios no intervenga, hoy, con la misma contundencia, si no fuere porque, acto seguido, el mismo Éxodo narra la vocación y misión de Moisés: ve,pues, yo te envío al faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los israelitas (v. 10). Ahí está Moisés para que Dios pueda ver, oír, conocer y bajar. Los “sentimientos” de Dios con relación a los pobres toman cuerpo en la vida y la obra de un hombre. Moisés inicia una larga historia de mediadores, que culmina en el gran y único mediador, Cristo Jesús.

Hacia la mediación de los profetasLa vocación del pueblo de Dios también era de mediación. Pero bien pronto, de mediar a un Dios que se había entrañado en la historia para defender a los pobres y afligidos, el pueblo pasó a mediar a un “dios ocioso”, lejano de los avatares de la vida, recluido en su morada celeste y celoso sólo de sus prerrogativas divinas. Un dios que entendía sólo de las mediaciones del culto, con las quequedaba contento como si de ellas necesitase para ser dios. Fue así como se inició una separación de la causa de Dios y de la causa de los pobres. El pueblo salvado de la servidumbre para el servicio pasó a repetir en su propio seno las violencias interhumanas de las que él mismo había sido objeto, cuando la esclavitud de Egipto. Al pueblo le había fallado la memoria. ¡Cuántas veces recordará elmismo Señor al pueblo olvidadizo su condición de esclavo y oprimido en Egipto! Aquel recuerdo estaba destinado a provocar el compromiso agradecido. Pero no fue así.

Precisamente en los momentos de mayor apogeo económico, social y político, cuando las monarquías de los reinos del Sur y del Norte conocen momentos de prosperidad, Judá e Israel se hacen “como los demás pueblos”, también en las artesde oprimir y empobrecer. De algún modo, era una faceta casi necesaria de la nueva situación socio-política, que no pudo ser “controlada” por las raíces religiosas. Sin idealizar los períodos anteriores de la historia de Israel, sí se puede afirmar que se trató de períodos en los que estructuralmente era más difícil la pobreza y la exclusión social. Siempre hubo pobres en Israel, pero lasrelaciones interhumanas se veían favorecidas por modos de gobierno más igualadores, desde abajo. Quizás todos los israelitas eran más pobres, pero no se daban las estructuras para que algunos fueran especialmente ricos a costa de empobrecer a los más débiles.

Desde el punto de vista de la subsistencia económica, social y política, el paso a la monarquía en Israel debió de ser inevitable. Pero desde elpunto de vista religioso comportó inconvenientes, cuya denuncia pervivió en los círculos religiosamente más estrictos. Es preciso tener en cuenta lo que en esta postura pudo haber de imposible nostalgia. La “teología oficial” de Israel hizo la lectura de la nueva situación, definiendo al rey como lugarteniente de Yahveh, contra toda posible tentación de endiosamiento del monarca, y como...