Dios a muerto - El hombre ha muerto. Comparación entre Nietzsche, Foucault y el Psicodrama
tradicionales cristianos: para él éstos representaban una “moralidad esclava”
que oprimían al hombre y fomentaban la sumisión y el conformismo. Cuando
decimos “Dios ha muerto” podemos permitirnos liberarnos de esa esclavitud, salir
del rebaño de las masas y concentrarnos en una vida más terrenal y más cercanaa
los valores más útiles que beneficien al ser sin oprimirlo. Esto no quiere decir que el
planteara derrocar todos los valores establecidos, sino modificarlos y/o sustituirlos
haciéndolos más reales.
Modelo de “Superhombre”: Es un ser autónomo e individualista que no depende de
nadie que tome sus decisiones. Toma las riendas de su propio destino aceptando así
el eterno retorno,se centra en el mundo real, no en las recompensas que ofrecen las
distintas doctrinas por un modo determinado de vivir la vida, no necesita depositar la
confianza en el exterior porque confía plenamente en si mismo. No se opone a estas
doctrinas, sino que las repiensa, es un cuerpo ágil.
“El eterno retorno”: Metafóricamente hablando es un aro circular y eterno. Todo es uno
y lafatalidad es inevitable, porque el fin se transforma en inicio y éste, a su vez, en fin.
Todo es un devenir y un repetirse evolutivo de la vida misma y del cosmos.
Foucault: “La muerte del hombre”. Foucault no presenta la muerte del hombre
como un hecho ya sucedido, sino que cuya realización resulta determinante y
necesaria.
Niega el atributo esencial y supra- histórico de hombre entanto categoría del
pensamiento, para considerarlo como una mera construcción de un saber reciente e
inestable con pretensiones de trascendentalidad.
El hombre es un acontecimiento en el orden epistémico (constituye un nivel
caracterizado por la mutación y el desplazamiento). Por lo tanto, es posible pensar
que las disposiciones fundamentales que han dado lugar al nacimiento delhombre
desaparezcan, conduciendo a la desaparición de este.
El hombre es una invención cuya fecha reciente muestra con toda facilidad la
arqueología de nuestro pensamiento. Y quizás también su próximo fin.
Con esto podemos deducir dos afirmaciones: 1- La arqueología describiría la invención
del hombre como un acontecimiento ya desplegado. 2- Por otro lado, esta misma
arqueologíasostiene como una suposición la desaparición del hombre.
Metáfora “Rostro de arena que puede borrarse en los limites del mar” :Esta fugacidad
del rostro implica, en primer lugar, una apertura en que se ilumina la oportunidad
donde “por fin es posible pensar de nuevo.”; y, con esto es posible, dar un salto
desde el trabajo filosófico de socavación y crítica, al trabajo filosófico deconstrucción
y propuesta. Este desplazamiento tal vez ya viene anunciado en la palabra del
Zaratustra de Nietzsche, cuando éste se refiere a la necesidad de una “metamorfosis
del espíritu” que nos conduzca de la radical negatividad del león a la afirmación
inocente del niño. Al igual que Foucault, Nietzsche parece ver una dimensión de
apertura en la muerte del asesino de Dios. Por lomenos, es lo que evoca en una
metáfora que se presenta como una suerte de reflejo de la imagen foucaultiana del
rostro de arena. No solamente por los símbolos de la arena y el mar que se repiten
sino, de una forma especial, por la conexión de fondo que se establece entre la
encrucijada y su desamparo, la imaginación y su esperanza. Dice Nietzsche: “jugaban
cerca del mar, vino la olay se llevó sus juguetes hasta el fondo. Helos aquí que se
echan a llorar. Pero la misma ola debe traerles nuevos juguetes y esparcirá ante
ellos nuevas conchas multicolores.”. De esta forma, el filósofo alemán describe la
experiencia de disolución, sin precedentes, de la certeza en que se afianzó nuestro
conocimiento: la caída del edificio del humanismo y la antropología entre cuya...
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