Doctor
Eduardo Márceles: Maestro Saramago, sus libros se caracterizan por estar escritos siguiendo unas reglas gramaticales de puntuación un tantooriginales. Quisiera preguntarle qué busca usted con esa puntuación. ¿Busca de esta manera una efectividad literaria mucho más enfática?
José Saramago: Bueno, yo no diría eso. Cuando hablamos de énfasis en la descriptividad literaria, no sería de tanto provecho utilizar una puntuación determinada, normal o autorizada, y otra deliberada, digamos fría, que el autor se diga “pues ahora voy a cambiaraquí algo para lograr esto o aquello”. No creo que las cosas ocurran así. Por lo menos no en mi caso. Cuando tengo algo, y lo explico al lector o en una entrevista, creo que es claro. Cuando hablamos no usamos puntuación. Nadie está diciendo “esto y aquello”, “coma”, “signo de exclamación” o “interrogación”.
Hablamos con sonidos y pausas; igual que la música. La mejor música del mundo, y la peor, sehace con lo mismo: sonidos y pausas. Y el discurso, la página literaria o el poema más extraordinario que se pueda imaginar, se hace con lo mismo que la comunicación más trivial, más cotidiana: sonidos y pausas. Al comunicar, hacemos música con las palabras, y la acentuación, incluso cuando no es verbal, con las cuerdas vocales, nos sale del gesto, de la mirada, de la intención.
La comunicaciónse hace no sólo con la palabra, sino con todo lo que la rodea y lo que se lee es la expresión. Una mirada puede estar diciendo que no es verdad lo que tú estás diciendo. O al contrario, puede estar confirmando, o puede estar introduciendo una reticencia. La mirada y el gesto la completan. Entonces, a la hora de escribir, en mi caso, lo que pienso es, que si el lector es una persona atenta a lo queestá leyendo, si logra escuchar la voz que está diciendo lo que él está leyendo, si logra poner en su cabeza una voz que está leyendo en voz alta, entonces el lector no necesita toda esta parafernalia de la puntuación, que ni siquiera en mi caso el punto y la coma, son señales de puntuación; son señales de pausa, una pausa breve y una pausa más breve.
Es como en una carretera: una carretera tienetodos esos cartelitos para guiar al conductor. Esa es la puntuación de la carretera. Si yo quito toda la puntuación de la carretera y no me quedo más que con la carretera, algo puede ocurrir, un desastre, un accidente o algo así. Pero una cosa es cierta: es que el chofer tendrá que conducir su coche con mucha más atención porque no tiene todo eso que le facilita el trayecto a la vez que se locomplica porque tiene que estar más atento a las señales de tránsito que al propio gusto de sentir la carretera y sentir el coche.
Quiero decir que, escribir sin puntuación, puede ocurrir, como ocurrió al principio de mi carrera de escritor. En la primera novela donde esto sucedió se titula Levantados del suelo. En ese momento los lectores quedaron un poco desconcertados. Recuerdo un amigo que me...
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